Martin Scorsese y su película para Francesca

"Para ser sincero, quería hacer un filme que mi hija pudiera ver". A sus 69 años, Martin Charles Scorsese es padre de una niña de 12 que tiene prohibido ver muchos de sus trabajos porque no son apropiados para su edad. 'La invención de Hugo' (2011) le ha acercado más a la pequeña Francesca, quien ya había disfrutado de esta historia en forma de libro ('La invención de Hugo Cabret' - Brian Selznick).

La fidelidad de Scorsese por la novela original es casi completa. Ambientada en París, en los años 30's, además de rendir homenaje a los orígenes del cine (en la figura de George Méliès) se centra en un niño huérfano y solitario que vive entre las paredes la estación de Montparnasse ajustando relojes y robando comida. "Al leer el libro hubo una conexión inmediata con la historia del niño, su soledad, su asociación con el cine, con las máquinas y la creatividad" dice el director.

A lo largo de los últimos 40 años, Scorsese ha destacado por sus cintas para adultos, crónicas que capturan la crudeza, la suciedad o la violencia en las ciudades norteamericanas, en especial en su natal Nueva York ('Taxi driver', 'Toro salvaje', 'Casino', 'Uno de los nuestros' o 'Gangs of New York'). Con desconcierto fue recibida la incursión del cineasta en un terreno desconocido: una película para ver en familia y por primera vez en formato 3D. Pero a estas alturas, Martin Scorsese puede permitirse hacer el cine que quiera sin necesidad de demostrar nada a nadie. De momento, 'Hugo' le ha proporcionado ya su tercer Globo de Oro como Mejor Director. La Academia de Hollywood, que tardó lo suyo en reconocer su talento y le entregó su primer Oscar en el año 2007 (por 'Infiltrados'), ha elevado a la categoría de favorito el debut en tres dimensiones de Scorsese otorgándole 11 nominaciones.