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¿Son seguros los cajeros automáticos y tarjetas?

Esta semana se ha conocido el desmantelamiento de la que se ha denominado la mayor multinacional del saquero de los cajeros². Arrestadas 60 personas,todos búlgaros, que operaban a nivel internacional y que eran capaces de estafar hasta 150.000 euros a la semana sacando dinero de las cuentas de los clientes a los que previamente habían clonado las tarjetas cuando las utilizaban en cajeros. Utilizaban falsas bocas que permitían grabar las claves de nuestras tarjetas cuando hacíamos alguna extracción. Actuaban sobre todo a última hora de la noche, para poder sacar dos veces y burlar en parte la limitación de dinero de extracciones diarias que tienen precisamente como medida de seguridad muchos usuarios. Una extracción poco antes de las 12 de la noche, otra poco después... Una en un día, otra en otro, aun que con solo unos minutos de diferencia Tenían tantos beneficios que habían montado ya un entramado en Kenia, Chipre, Sudáfrica y Rusia para blanquear dinero.

El Inspector Jefe de la sección Europa del Este de la UDEV, Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta, de la Policía Judicial española, es la que ha llevado toda la operación - la entrevistamos en Ser Consumidor el domingo, 17 de julio - y me ha contado que eran ³muy buenos² y que para el usuario no era fácil detectar que los cajeros estaban manipulados. Es verdad que los expertos policiales dicen que los bancos españoles han realizado un enorme esfuerzo para dotar de buenas medidas de seguridad sus cajeros y sus tarjetas, pero no es menos cierto que cada cierto tiempo los usuarios somos víctimas de este tipo de bandas que sacan con bastante impunidad dinero de nuestras cuentas. Algo falla entonces por mucho que en esto, como en la alimentación, el "riesgo cero" sea una utopía. Cabe preguntarse: ¿Son de verdad suficientes las medidas de seguridad?¿Es imposible diseñar cajeros que no sean tan aparentemente vulnerables?¿Que al menos sea más fácil para el usuario detectar que pueden estar manipulados? Nos copian la banda si metemos la tarjeta en la ranura, nos copian con una cámara nuestra claves cuando las tecleamos para sacar dinero... Asociaciones de consumidores especializadas como Adicae, Asociación de Usuarios de bancos, Cajas y Seguros, creen que los cajeros y los sistemas de seguridad, como las tarjetas son muy mejorables y que los bancos y cajas no invierten lo suficiente en éste terreno. Desde luego, da la sensación de que los ingenieros de los malos siempre van por delante de los buenos. ¿Para cuando, por ejemplo, serán generalizadas las tarjetas con chip que, según todos los expertos, son mucho más seguras y ponen más peros a las fechorías de las bandas? ¿Acaso pagamos pocas comisiones como que las entidades no nos ofrezcan un producto mucho más fiable y anti-atracos de verdad? Cada año se producen miles de clonaciones, pero saber cifras exactas es como pretender saber la edad de las famosas...

Pero el problemas de la falsificación de tarjetas no acaba aquí: empieza otra "película" cuando las víctimas quieren recuperar su dinero. Los bancos y cajas no pocas veces, demasiadas veces, intentan quitarse el muerto cuando el cliente detecta que le han sacado dinero de su cuenta. Y hay quien, ingenuamente, tira la toalla y asume que quizá ha sido, como le dicen, un"descuido" suyo. ¡ Pues no ! Los bancos están obligados a asumir estos fallos de seguridad que son suyos y solo suyos. Muchos expertos coinciden en que, como mucho, podrían discutirnos que paguemos los primero 150 euros de lo sustraído por los delincuentes, pero ni eso. Ya hay alguna sentencia judicial que dice ­contra los argumentos bancarios a los que se agarran, como que ha podido haber, por parte del usuario, falta de diligencia en el deber de custodia de la tarjeta ­ que es obligación de la entidad financiera el proporcionar al cliente un instrumento fiables y seguro y no se le pueden repercutir las consecuencias de esa falta de seguridad.Es decir, que hay que reclamar sin pudor al banco y exigir que, sin dilación, realizadas las comprobaciones lógicas, nos devuelvan el dinero hasta el último euro. Eso sí, conviene que tomemos medidas para, en la medida de lo posible, evitar sustos:

- Limitar lo más posible la disposición máxima al día

- Evitar sacar dinero en cajeros que ofrezcan algún deterioro sospechoso, elementos extraños

- Tapar siempre el teclado cuando marcamos nuestras claves y estar vigilantes a personas cercanas cuando operamos.

- Revisar los movimientos de las cuentas habitualmente.

- Y es muy eficaz contratar con el banco - ojo con las comisiones que nos pueden cobrar - el sistema de avisos que nos permite saber in situ cualquier operación que se haga con las tarjetas y, por lo tanto, en caso de robo, poder anularlas inmediatamente.

 
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