Milenio 3: "Vuelo al misterio"

Muchos pilotos aéreos han descrito visiones extrañas en los cielos, pero nunca se les ha permitido hacer declaraciones sobre ello. Todo con un único objetivo, no crear el pánico entre la población

Un inquietante episodio sorprendió al Comandante Carlos García Bermúdez y su tripulación en un vuelo de Valencia a Bilbao que se llevó a cabo en el año 1979. Cuando procedían a descender, autorizados por las torres de control aéreo, se vieron obligados a dirigirse hacia el aeropuerto de Santander. Fue justo en este momento, cuando tuvieron que hacer frente a lo extraño.

Todo parecía transcurrir con normalidad. Sin embargo, cuando la aeronave entró en una zona de brillante nebulosa, todos los aparatos de vuelo comenzaron a fallar de forma estrepitosa. Tras 6 minutos de duda, el piloto y sus hombres pudieron comprobar, con sus propios ojos, que el tiempo se había paralizado y que la distancia a la que se encontraban era exactamente la misma que cuando se adentraron en aquella insólita área.

Los fantasmas del vuelo 401

El 29 de diciembre de 1972, un avión de la compañía Eastern Airlines se estrelló cerca de Miami. Solamente sobrevivieron 77 de los 176 pasajeros registrados. Había partido del Aeropuerto de Nueva York JFK y estaba comandado por el piloto Bob Loft. Tras un extraño fallo en la parte trasera, el aparato se precipitó vertiginosamente hacia el vacío y cayó en una zona pantanosa.

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Ya han pasado muchos años desde la catástrofe. Sin embargo, en más de 20 ocasiones, tanto tripulantes como pasajeros de la línea, en el mismo trayecto Nueva York - Miami, afirman haber visto a Bob Loft formando parte del pasaje.

El misterio de la cabeza

Enric Casals, pastelero y corresponsal regional de La Vanguardia, nos ha ayudado a conocer la fatídica tragedia de un avión procedente de Manchester que se estrelló en la zona del Montseny. Él fue uno de los primeros testigos del espeluznante escenario existente a más de mil metros de altura. El cómputo global de víctimas ascendió a 112. Sin embargo, un enigma sigue todavía sin resolver: junto a todos los cuerpos identificados, había una cabeza más que no pertenecía a ningún pasajero registrado.