Julia: “A mí me reforzó a nivel humano, en cuestión de empatía con los residentes”

Pamplona

El virus de Covid-19 entró en la residencia Virgen de Jerusalén de Artajona principios de la primera ola: se contagiaron prácticamente todos los residentes y más de la mitad de la plantilla. Una de esas trabajadores era Julia, que cinco años después del estado de alarma nos cuenta cómo recuerda esos días tan duros: "Me reforzó en cuestión de empatía y de ver el sufrimiento, de entenderlo más de cerca. Para mí fue difícil en cuestión de gestión de trabajo, de lo práctico, que eso fue lo complicado, porque nos faltaba medios, nos faltaba personal, eso fue lo complicado. Pero a nivel humano con los residentes yo creo que a nosotros nos reforzó la empatía, de verles ahí mal, solos, sin las familias, yo creo que eso a nosotros nos reforzó".

Yo creo que estos aprendizajes que hemos hecho nosotros a nivel emocional, personal, como equipos de trabajo, a mí me parece que nos ha reforzado, que nos ha hecho mejores. Porque fue muy duro, se sufrió mucho, aunque como sociedad no lo tengo tan claro, porque yo creo que que luego la sociedad cada uno va lo suyo, ya no nos preocupamos de otras cosas".

Una pandemia, que en el caso de las residencias también supuso un cambio en la reorganización: "Por ejemplo se han mantenido cosas que que desarrollamos con el covid, el tema de los espacios que con el covid los distribuimos y organizamos espacios diferentes. Nosotras hay veces que hemos propuesto cambiarlos pero los residentes no quieren cambiarlos, no están tan amontonados en salas. Hemos habilitado muchos más espacios para estar la gente y eso también viene de ahí, del Covid; en los comedores también antes funcionábamos un comedor y otro y ahora tenemos tres o cuatro comedores, y eso viene de ese modo de trabajo que lo adquirimos en la pandemia. El tener a la gente más distribuida por los espacios, no todos están juntos; las ventilaciones también se tienen muy en cuenta ahora en cuanto cuanto hay un virus".

Y mirando a nivel personal recuerda que "tuve procesos importantes en mi familia, mi madre estuvo ingresada, con mi hermana sola en casa, entonces bueno pues pues capacidad de adaptación y de aceptar las cosas que pasan y llevarlas lo mejor posible, porque era una situación que tampoco se podía hacer mucho más. Una actitud un poco de tirar para adelante y de pensar que se va a pasar y luego nosotros también como equipos de trabajo yo creo que tuvimos un cambio de estar más unidas las trabajadoras, más comunicación, todas a remar a una, yo también creo que ahí también hubo un cambio importante".