Una empresa pública navarra arrendó unos estudios de cine sin informes previos y no cobró
Estudios Melitón no pagó nunca la renta estipulada, 2.700 euros mensuales, según Comptos
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Sede de la Cámara de Comptos en Pamplona. / CADENA SER
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Pamplona
La Cámara de Comptos ha publicado un informe sobre el contrato entre la sociedad pública Nasuvinsa y la empresa Estudios Melitón S.L. para la construcción y gestión de unos estudios cinematográficos en Lekaroz (Baztan) en el que concluye que no hubo análisis de negocio previo y que la empresa no pagó nunca la renta estipulada.
Nasuvinsa recuperó las instalaciones y actualmente las tiene arrendadas a otra empresa, pero no ha podido recuperar el dinero invertido.
El informe lo solicitó el Parlamento de Navarra, en marzo de 2023, a instancias del grupo Navarra Suma. La Cámara de Comptos no lo abordó en su momento al estar pendiente una resolución judicial, tras la demanda que Nasuvinsa había presentado contra la empresa Estudios Melitón por incumplimiento de contrato.
El proyecto analizado surgió en 2016, impulsado por el Departamento de Desarrollo Económico. La intención era construir unos estudios cinematográficos en Lekaroz y arrendárselos a la empresa Estudios Melitón S.L.
Finalmente, el proyecto lo asumió la sociedad pública Nasuvinsa, que gastó un millón en dichas instalaciones, delegando en la empresa privada el proyecto y dirección de obra. El contrato se firmó en mayo de 2018, tres meses después de que se constituyera la citada empresa.
El contrato fijó una renta de 2.700 euros mensuales, con un periodo de carencia que se amplió con el inicio de la pandemia de la covid-2019.
La operación supuso una aportación de la CPEN (Corporación Pública Empresarial de Navarra) a Nasuvinsa para financiar la construcción de las instalaciones. La sociedad pública Sodena, por su parte, concedió un préstamo de 60.000 euros a la empresa privada para financiar sus actividades.
Estudios Melitón S.L. nunca pagó la renta y en agosto de 2022 el contrato quedó resuelto, según el informe. Nasuvinsa recuperó las instalaciones al mes siguiente y dos años después las arrendó a otra empresa del sector cinematográfico.
Cuando se firmó el contrato Navarra tenía las mejores condiciones fiscales del Estado, junto a Canarias, en relación a proyectos cinematográficos. Tras la pandemia, las deducciones mejoraron en el resto de comunidades, manteniéndose sin cambios la normativa foral. La pérdida de ventajas fiscales y la pandemia son factores que podrían haber incidido en el resultado de esta operación, según se apunta.
Nasuvinsa demandó a Melitón por el impago de las rentas, tanto reales como futuras, y ganó el juicio. Para entonces, sin embargo, la empresa se había declarado en concurso de acreedores de manera voluntaria y se había extinguido. Por tanto, Nasuvinsa no pudo recuperar la indemnización fijada en la sentencia.
El informe concluye que Nasuvinsa llevó a cabo dicha operación sin un análisis de negocio previo sobre la inversión necesaria, su financiación, la rentabilidad esperada y la solvencia de la empresa arrendataria.
En la SER, el presidente de la Cámara de Comptos, Ignacio Cabeza de Salvador apunta una reflexión: "Cuando se hagan contratos de esta naturaleza, que se analice ese negocio, esa posibilidad de impacto, esa financiación y que se defiendan de alguna manera los fondos públicos que intervienen en la operación". Admite que estas operaciones "siempre llevan algún riesgo lógicamente porque la fiabilidad total no existe en este tipo de negocios, pero que se protejan lo máximo posible los fondos públicos que intervienen", defiende.