“Cuando oímos algunos mensajes apocalípticos en la economía y vemos a la vez los bares llenos en la Estafeta un lunes por la noche, nos acordamos de Adanero y de sus encuesticas”

Pamplona

Hubo un tiempo en el que se convirtieron casi en un género propio. Las encuestas de Carlos García Adanero.

Adanero, antes de irse al Congreso primero, y al PP después, nos contaba estas encuestas en la plaza del castillo en el Parlamento de Navarra. Esta era para demostrar que a los miembros del gobierno, entonces el de Uxue Barkos, no los conocía nadie. Pero hubo más.

Su fiabilidad haría tirarse de los pelos a cualquier sociólogo, pero como pasa con los entrenadores de Osasuna, todos tenemos un pequeño sociólogo dentro.

Hay quienes, cuando oímos algunos mensajes apocalípticos en la economía y vemos a la vez los bares llenos en la Estafeta un lunes por la noche, nos acordamos de Adanero y de sus encuesticas.

Y luego están los datos para corroborar la encuestica Adanero style.

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La economía navarra creció un 2,7 por ciento en el año que termino hace un mes. Son 8 décimas más que el año anterior. Dato que llega el día después de que Navarra recuperarse el podio del empleo según la EPA basándose en un empleo industrial que tiene sus vaivenes, sí, pero que no depende tanto de si hace o no buen tiempo, como ocurre en otras zonas con el sol y playa.