“Y mientras pasan la pelota de un lado para otro, 352 docentes en el limbo. Y eso que dice el Papa que no existe”

Pamplona

Ayer os contábamos el debate teológico sobre la existencia de un infierno, un cielo y un purgatorio fiscal en nuestra tierra. Doctores tiene la iglesia, dicen, pero manda el papa, que por algo lo elige el espíritu santo. Y el papa le dio hace unos años al botón de borrar a otro concepto, el del limbo.

Según la división que la iglesia hizo de la eternidad en pisos, el limbo es el destino donde van los peques que mueren sin que de tiempo a bautizarlos. El Papa dijo que van al cielo directamente. ¿Qué mal puede hacer un bebé, no? Así que el limbo se queda, por ahora, para 352 docentes que lograron una plaza del modelo de inmersión en inglés.

Ana García es una de ellas. Hoy han estado en la SER. En el limbo porque a pesar de pasar por el proceso y acreditar un C1 de inglés, que no es cosa menor, podrían tener que volver a la casilla de salida de la oposición si el Supremo da la razón al sindicato Steilas en el recurso que presentaron contra la ley que hizo oficial sus plazas, la del PAI. Steilas pasa la pelota.

Ley que aprobaron 31 de los 50 escaños del parlamento la pasada legislatura para acabar con el limbo, volvemos, regulatorio sobre un programa que no definía quién podía dar clase, en inglés. Pelota que pasa al consejero Gimeno.

Y mientras pasan la pelota de un lado para otro, ellas y ellos, en el limbo. Y eso que dice el Papa que no existe.

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