Miguel Ángel Bissié, un marcillés en el final de la fiesta del Chivo

Ciudadano dominicano al que se le han rendido honores militares dispuestos por el Gobierno tras su fallecimiento el pasado 4 de enero, Miguel Ángel Bissié Romero se sentía orgulloso de su origen navarro y marcillés. En esa villa de la Zona Media de Navarra nació hace 90 años. En 1957 viajó al país caribeño. Allí, en la que consideraba su patria, se quedó trabajando en su empresa de herrería 'Los navarros' y formó parte del complot urdido para acabar con la vida del dictador Rafael Leónidas Trujillo y acabar derrocando un régimen sanguinario que se prolongaba por más de tres decenios. Un régimen cuyos horrores y desmanes sirvieron a Mario Vargas Llosa para escribir La Fiesta del Chivo. En los medios de comunicación dominicanos, Miguel Ángel Bissié era considerado como el último héroe vivo de aquella "gesta". Estos días de enero ha sido especialmente recordado.

Ahora conocemos el papel que tuvo Miguel Ángel en aquella operación diseñada para acabar con Trujillo. Lo cuenta en La Ventana de Navarra su sobrina nieta Susana Azcona Bissié. Acaba de regresar de la República Dominicana tras los funerales por su tío abuelo. La familia de Navarra tenía billetes para volar el 5 de enero con el propósito de visitar a Miguel Ángel en el que se suponía que podía ser el último encuentro en vida con un hombre de 90 años y una salud ya delicada. Sin embargo, justo antes del viaje, el dia 4, recibieron la noticia de la muerte de Miguel Ángel. Así que ya en el país centroamericano, Susana y sus familiares pudieron asistir al funeral, la cremación y los honores decretados por el presidente de la República. El día 8 de enero Luis Abinader declaró jornada de duelo nacional por la muerte del marcillés. Ese día las banderas ondearon a media asta en todo el país. El Ministerio de Defensa le rindió honores militares. La ciudad de Moca, de la que Miguel Ángel era munícipe de Honor, también recordó sus méritos los días 6 y 7 de enero.

Su misión en el atentado

Susana Azcona Bissié repasa el papel que su tío desempeñó en el atentado organizado contra Trujillo el 30 de mayo de 1961. "Hicieron un complot entre dos grupos de personas y cada uno tenía una misión de manera que había personas que entre ellas no se conocían, por seguridad. Mi tío fue el encargado de recortar unas armas. Tuvo que custodiarlas bajo su cama varios días, transportarlas a un lugar de encuentro. Uno de los coches que participó lo tenia mi tío y tuvo que custodiar a la familia de quien dio el tiro de gracia, que era el organizador. Arriesgando su vida, decidió dar ese paso adelante", relata sobre la intervención de Miguel Ángel. Por circunstancias cotidianas había entrado en contacto tiempo antes con Antonio de la Maza, cabecilla de la operación y quien acabó proponiendo al navarro formar parte de este plan.

"Él dio un paso adelante porque le pareció de justicia eliminar esa represión" que marcaba el régimen de Trujillo. "Era una persona de profundos valores. Tenían que hacer algo, dar un paso adelante. Lo que Antonio de la Maza le estaba proponiendo lo veía con sentido", apunta Susana, que considera a su tío "un quijote, un hombre con valores y altruista". Su complicidad en este asesinato de Trujillo le costó detención y severas torturas. Y es que la muerte del dictador no supuso en un primer momento el advenimiento de un régimen democrático. Las elecciones libres tuvieron que esperar hasta diciembre de 1962 después de un periodo convulso.

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Formado con los Salesianos

Miguel Ángel Bissié no tuvo por casualidad el cometido encomendado en aquella operación. Sabía trabajar con metales. Se había formado en Pamplona con los Salesianos. Con 20 años cumplidos se marchó a Sevilla. Estudió la especialidad de metal mecánica. Los salesianos le propusieron viajar a la República Dominicana, para dar clases como maestro en una escuela técnica. "Vio que en el país había muchas necesidades y faltaban especialistas. Creó una empresa de forja y herrería, 'Los navarros'; hizo trabajos en muchos edificios emblemáticos del país, también para particulares y empresas".

Miguel Ángel Bissié regresaba a Navarra cuando tenía ocasión. A veces con estancias prolongadas de varios meses, hasta un año. "Su lujo era volver a Marcilla, volver a ver a su familia en el pueblo y en Barcelona. La última vez que vino fue en 2023. Al año siguiente pensaba regresar pero una enfermedad de su esposa les impidió el viaje". Susana Azcona afirma que la familia "está muy agradecida tanto a la República Dominicana, nuestro segundo pueblo, como al vecindario de Marcilla", que estos días se ha interesado por Miguel Ángel.