"Fiestas sí, política no. Palabras, por ahora, quedan dos semanas para ver si se convierten en hechos"
Mirando al manifiesto de convivencia para los sanfermines apoyado por unanimidad en el Ayuntamiento de Pamplona

Pamplona
Durante varias décadas hemos asumido como normal en esta tierra cosas que son bastante anormales vistas con otros ojos. Una de esas anomalías democráticas, de convivencia, era lo que ha sucedido de manera reiterada cada 7 de julio sobre las dos de la tarde. Un protocolo de cortesía, el acompañamiento de la corporación al cabildo catedralicio hasta su sede, se convierte en el termómetro de la tensión política llevado al extremo.
Una imagen que deja patidifusos cada año a quienes vienen de lejos a disfrutar de nuestras fiestas que no entienden ese guirigay de gritos, intentos de agresión, agresiones consumadas en algunos casos mientras se abren paso cruces parroquiales, curas revestidos y concejales con chistera.
Así suena cada año, con la pamplonesa de fondo tocando el asombro de damasco como si nada pasara. Igual que la orquesta del Titanic tocaba cerca de ti señor mientras el barco se hundía y el pasaje se mataba por lograr un hueco en los botes salvavidas.
Hoy todos los grupos municipales han firmado un manifiesto propuesto por el alcalde para acabar con esta anomalía y otras que se producen en las fiestas. Fiestas sí, política no. Palabras, por ahora, quedan dos semanas para ver si se convierten en hechos.

Javier Lorente
Contando lo que pasa en antena desde 1998, ha pasado por COPE, Radio Marca, Onda Cero y desde 2018 es...