"Vox, trabajo duro, gente que se levanta pronto para currar en el andamio, en los camiones, en los tractores, que no en el Parlamento de Navarra"

Pamplona

Las elecciones del pasado 28 de mayo nos dejaron pocas novedades.

UPN volvió a ser el partido más votado, sí, pero sin amigos suficientes en el hemiciclo para poder volver a ocupar el despacho principal del dos de Carlos III. El PSN volvió a ser segunda fuerza y sí logró amasar más síes que noes en la investidura de María Chivite.

Dos fueron las principales novedades; que EH Bildu se llevó la batalla del ámbito abertzale en detrimento de Geroa Bai y que la ruptura de Navarra Suma que decidió Javier Esparza, la división de la derecha, hizo desaparecer a Ciudadanos y aparecer a Vox, el partido de la España que madruga, que dice su líder.

Habla Abascal de la España que madruga como símil de gente que trabaja dura frente a la España subsidiada que es la que representa el resto del mundo que no es de Vox. Trabajo duro, gente que se levanta pronto para currar en el andamio, en los camiones, en los tractores, que no en el Parlamento de Navarra.

Lo estamos contando hoy en la SER. El grupo de la ultraderecha se convierte en campeón del absentismo en el ecuador del primer curso de su legislatura de debut. De las 141 comisiones desde septiembre han faltado a 38, casi un tercio del total de una actividad que es obligatoria, como marca el artículo 23 del reglamento.

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Dedicación exclusiva por la que sus dos parlamentarios tienen una nómina mensual neta, la que les llega a la cuenta, superior a los 3.000 euros, con extra en navidad y en verano. Ausencia parcial en la que gana, curiosamente, la comisión de memoria, convivencia y derechos humanos. Y un dato llamativo; de las 22 visitas que las comisiones han realizado a puntos fuera de la sede del legislativo sólo han acudido a 5.

España que madruga, dice Abascal, pero poquito. Cobrar eso sí, para eso no hay problema.