Proyecto Hombre Navarra pide actualizar el concierto con Salud: "No cubre el coste de las plazas"

Pamplona

La Fundación Proyecto Hombre Navarra (FPHN) pide que se actualice el concierto social actualmente suscrito con el Departamento de Salud del Gobierno de Navarra en el marco de la ley Foral 13/2017 de conciertos sociales en los ámbitos de salud y servicios sociales porque "no cubre el coste de cada plaza concertada, tanto ambulatoria como residencial". En la primera llamada del día, el director de la FPHN, Alfonso Arana, ha asegurado que la diferencia entre lo que paga el Gobierno foral por cada una de las plazas y lo que les cuesta a ellos, les genera un agujero anual de entre 250.000 y 300.000 euros: "En las plazas residenciales estamos hablando de un margen de más del 16%. Ellos están pagando en torno a 75 euros y nuestro coste se aproxima cada vez más a los 90 euros. Viene a ser lo que ha subido el IPC en estos últimos cinco años, que sería en torno a un 20%, y nosotros tenemos ese diferencial del 17%".

En un comunicado, la fundación ha añadido que ese "desfase se debe principalmente que el coste-plaza se calculó con las cuentas auditadas de la FPHN en 2017 y no ha habido actualización de dicho coste, pese a que la inflación durante este periodo ha sido de casi el 20%. Esto obliga a la FPHN a buscar recursos para cubrir la diferencia de coste, que en el año 2023 superó el 16% de diferencia entre coste y pago en las plazas de Comunidad Terapéutica y del 10% en las plazas ambulatorias".

Además, han solicitado que se reactive de forma urgente la construcción de un nuevo edificio para la Comunidad Terapéutica, "cuyas obras se paralizaron en el año 2013 por falta de presupuesto". Según han explicado en la nota, "ya en el año 2008 se observó la necesidad de construir un nuevo edificio, dado que el actual estaba muy deteriorado". "En aquel momento se llegó a asignar cierta cantidad presupuestaria y comenzaron las obras. Sin embargo, en el año 2013 se paralizaron las obras por falta de presupuesto, quedando solamente la fase 1 construida. En estos más de diez años que lleva la obra parada, los problemas de la actual Comunidad Terapéutica se han acentuado". Detallan que el "mantenimiento constante que requiere, unos 20.000 euros cada año, es un agujero negro que se lleva fondos que son necesarios para la atención de las personas que sufren una adicción". Además, consideran que este edificio "es muy poco eficiente a nivel energético, lo que encarece los costes de los suministros y, por extensión, el coste de cada plaza atendida". De ahí que, en la SER, el director de la fundación haya reclamado al Gobierno foral que aclare "si el camino es la construcción de un nuevo centro como estaba previsto en los años 2000 y 2010 en el centro de Zabaldika o si hay que buscar otro tipo de alternativa para tener una comunidad que sea un hogar para las personas que tienen un problema de adicciones, donde puedan tener un espacio digno para poder realizar su proceso de rehabilitación".