"Ese desacople entre la actualidad política y la realidad del día a día en la calle que nos da un indicio. En Navarra hay trabajando hoy más personas que nunca"

Pamplona

El 28 de diciembre. Es la fecha de la noticia política de este curso, al menos. El día de la moción de censura en Pamplona escuchamos durísimas palabras, vimos miradas tensas, indicios en un pleno, dentro de un ayuntamiento de una fractura social que podría recordarnos a la Yugoslavia de principios de los 90 o a la Belfast de la época que los británicos y sus flema bautizaron "the troubles", los problemas.

Eso en el pleno, porque luego salías a la calle y estaban los bares a tope, la gente aprovechando el sol del mediodía de un día laborable, pero de navidades, en el que te juntas con gente que está estos días de paso por las fiestas. Ese desacople entre la actualidad política y la realidad del día a día en la calle que nos da un indicio hoy. En Navarra hay trabajando hoy más personas que nunca. Ha salido la EPA y hasta Carmen Maeztu está de celebración.

Maeztu cerrando el mejor año para el empleo en Navarra desde la época de la burbuja del ladrillo. ¿Y en el Parlamento de qué hablamos? UPN apuntó a que la discrepancia entre técnicos de la mesa de contratación de los Túneles de Belate son indicios de corrupción. Acusaciones gordas que la presidenta Chivite anima a llevar a donde hay que llevarlo.

¿Lo llevará? Veremos, pero de momento moverse mucho no se han movido.