Imanol Erviti, el "one club man" como ciclista del Movistar ante su nueva etapa en el Ineos

Pamplona

Heredero de la saga de gregarios de lujo o capitanes de ruta de la estructura del Movistar en sus diferentes denominaciones, Imanol Erviti cuelga la bicicleta como ciclista profesional pero sin alejarse de un mundo en que todavía tiene mucho que aportar. Su experiencia de 19 años como profesional en el equipo navarro la traslada ahora a uno de los mejores equipos del panorama como parte del staff técnico en el que ya están otros navarros qu siguieron el mismo camino.

En la víspera de la presentación de la nueva temporada del equipo Movistar en la que recibirá un reconocimiento por su trayectoria en Madrid por la mañana y antes del homenaje que por la tarde en el frontón Labrit de Pamplona en la final del campeonato individual de remonte por sus valores, repasamos con Imanol Erviti en SER Deportivos Navarra su carrera y sus planes de futuro con 40 años recién cumplidos en una vida marcada por el ciclismo.

Un Erviti que reconoce que "todavía sigo disfrutando de la bici, me apetece salir a andar, así que cuando tengo un rato voy a intentar aprovecharlo". Sobre su retirada y el momento en tomar la decisión apunta que "sí le das más vueltas cuando sabes que va a ser la última y lo piensas un poco más, es un proceso y al final lo decidimos así". Respecto al anuncio de colgar la bici apunta que "sí me lo preguntaron mucho porque ya medio se intuiría algo pero bueno tampoco quería verme inmerso en eso antes de terminar porque me daba miedo realmente, te descentras cuando ya tienes demasiado ruido alrededor, me daba miedo tener una caída o no sé perder un poco la dinámica de competición".

Sin que fuera algo público todavía su adiós, tuvo la oportunidad de despedirse corriendo una Vuelta a España que llegaba a su Pamplona natal y en la que recibió el cariño de su gente. De ese día destaca que "despedirte en casa también fue espectacular, súper agradecido, me emocionó el aprecio del público, fue muy bonito la verdad".

De estos 19 años como profesional confiesa que "ha habido de todo como es normal y como tiene que ser y ha supuesto sobre todo cumplir un sueño de un de un niño que veía el ciclismo en la tele y que le encantaba. Que quería estar en las mejores carreras y he podido cumplirlo gracias al equipo, gracias a la familia, gracias a todo el entorno, al final se tiene que alinear un poco todo para que para que se dé y he tenido la suerte de poder cumplirlo y agradecidísimo claro".

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Preguntado si cuando daba sus primera pedaladas en el Club Ciclista Ermitagaña hubiera podido soñar hacer una carrera así Imanol reconoce que "no te lo imaginas para nada y ya ves mi tío que trabajaba en la fábrica Inasa no sé cómo le ofrecieron una bici antigua del equipo Reynolds total que cuando yo le dije que me iba a apuntarme, me la regaló y pasito a pasito pero como un juego que yo creo que esos comienzos tiene que ser así por la afición, por gusto, por disfrutarlo y fue así. Ni cuando comencé ya con Illes balears de profesional digo pues bueno a ver qué tal se nos da y si puedo estar unos pocos años pues ya está bien de profesión claro vamos, no sé, nada planificado, de estar todos estos años ni mucho menos sino que una cosa ha ido llevando a la otra y mira pues mi historia ha sido así".

Un gregario de lujo pero con colmillo también para ganar 2 etapas en la Vuelta a España y una Vuelta a la Rioja y ya con el paso de los años como profesional en la que ha disputado 29 grandes vueltas, entre otras 15 vueltas, 13 Tours de Francia y 1 Giro, tenía una ilusión guardada, las clásicas, las pruebas conocidas como los monumentos en los que disfrutó de una primavera mágica, la de 2016. Erviti reconoce que "las clásicas si creo que se aprecian pero fue una alegría poder disputar así esas dos carreras porque a mí me hacían ilusión eran de los pocos días que teníamos toda la libertad. No teníamos un favorito para disputar que normalmente el equipo siempre tenía y en 2016 salió y fue una alegría desde luego que sí".

Imanol Erviti se marcha satisfecho de lo conseguido y reconoce que "tener el aprecio de los líderes es bonito, tener el aprecio de los compañeros pues es todavía más bonito, es un paso más y la verdad que me deja muy contento así". Un cariño del pelotón que lo pudo sentir en su homenaje sorpresa que le hicieron en Pamplona y en el que señala que "fue un día precioso, lo disfruté mucho, gente que tengo muchísimo aprecio y fue realmente emotivo, un día para el recuerdo".

El navarro cuelga la bici como profesional pero seguirá ligado al ciclismo ahora en el equipo Ineos donde coincidirá en el staff técnico con ex compañeros y amigos como el también navarro Xabi Zandio. "El ciclismo al final es donde me he movido toda mi vida eh además salir de la zona de confort, el crecimiento personal, desenvolverte con el idioma, ver otros enfoques, creo que es que es bueno y estoy motivado para empezar".