'El Navarrico': Tradición conservera desde San Adrián
José Salcedo, gerente de la empresa familiar con más de 60 años de trayectoria, destaca el reconocimiento a la industria agroalimentaria navarra
El Navarrico: Seis décadas de historia en la industria conservera de San Adrián
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Pamplona
Los padres de José Salcedo, afincados en su día en el centro de San Adrián (Navarra), comenzaron en el negocio de la conservas vegetales hace casi 62 años en los bajos de la casa familiar. Emprendieron un negocio que ha sido una tradición en esta localidad del Valle del Ebro. Conservas que, en un principio, fueron de productos como el tomate o el espárrago. También, desde luego, el pimiento es otro de los productos tradicionales que nunca han faltado en las campañas de esta empresa conservera, hoy en manos de la segunda generación. José Salcedo, uno de los tres descendientes de los fundadores, se encarga de la gerencia. La tercera generación familiar ya se está incorporando a esta empresa, hoy situada en las instalaciones de un polígono industrial a las afueras de la localidad.
En una nueva entrega de La Ventana de la Empresa navarra, Salcedo rememora la tradición de la industria conservera que ha existido desde la segunda mitad del siglo pasado en la villa de San Adrián. Llegaron a estar en funcionamiento más de una veintena de empresas de conservas vegetales, centradas sobre todo en pimiento, espárrago, tomate... pero también frutas como el melocotón. "A nivel nacional, San Adrián ha sido un referente como una de las zonas más características de las conservas vegetales". Navarra, en el Valle del Ebro, y también la región de Murcia, eran los territorios más destacados en este tipo de industria. "En San Adrián, durante las campañas, había muchísimo trabajo. Era un espectáculo el movimiento diario que se generaba" en las campañas de primavera y otoño. En la de primavera, los productos más destacados son los espárragos, las alcachofas, los guisantes o la elaboración de menestras. En otoño, las conservas se centran en el tomate o el pimiento. En la actualidad la producción se ha diversificado, pero persiste la importancia de todos estos productos tan tradicionales de la agricultura navarra.
Precisamente, tanto el espárrago como el pimiento son los dos productos a los que más "cariño" profesa Salcedo, porque se mantienen desde el origen de la fábrica. "Nunca ha habido un año en el que hayamos dejado de fabricar estos productos, que han sido el eje fundamental de la empresa", explica.
Gran parte de la producción, cerca de un 30%, está destinada a la exportación. Los mercados europeos -sobre todo Reino Unido y Francia- así como Estados Unidos, son algunos de los destinos fundamentales. No obstante, los productos de El Navarrico llegan a otros muchos países -Australia o Singapur- y con tendencia a repetir y a tratar de arraigar y crecer en nuevos mercados. En el mercado nacional, la zona Norte, Cataluña o Levante son también algunos de los destinos más habituales de sus conservas.
La empresa que gerencia Salcedo forma parte de ALINAR, la asociación de Industria Agroalimentaria de Navarra, Aragón y Rioja. Resalta la importancia que para los pequeños fabricantes tiene el asociacionismo en este tipo de entidades a la hora de obtener "una cobertura que de otra forma nos hubiera sido imposible". Y ahí también entran las denominaciones protegidas de productos de Navarra, una marca apreciada: "Nuestro saber hacer creo que va en consonancia con el producto que tenemos. No solo el producto es bueno porque los agricultores tienen mucha experiencia y lo hacen bien; también por el saber hacer de las empresas navarras; yo creo que tenemos un buen reconocimiento fuera; la gente nos considera y nos respeta. es un valor que tenemos que saber aprovechar".
Uno de los motivos de satisfacción para José Salcedo es poder contar en el centro de su pueblo con un museo en el que se muestra la tradición conservera de la localidad. Se sitúa en la antigua sede de la empresa familiar, donde sus padres levantaron la primera fábrica. De hecho, así se llama: La Fábrica Vieja-Museo de la Conserva. Se puede visitar de lunes a sábado y conocer como era la realidad social de un pueblo que prosperó gracias a los productos de la huerta navarra a las orillas del río Ebro.