Las fiestas en pisos de estudiantes con molestias a vecinos son una excepción en Navarra

Pamplona

Alberto Martínez es portavoz de la Asociación Navarra de Agencias Inmobiliarias. Y sabe de lo que habla cuando habla de pisos alquilados a estudiantes, porque su propia empresa tiene unos cuantos de ellos en una de las zonas cercanas a centros de la Universidad de Navarra en Pamplona. En cuanto al número de pisos alquilados a estudiantes en la comarca de pamplona, Martínez dice: "No sé, pero es una barbaridad, porque date cuenta que no son solo las universidades, sino que también se cursan otro tipo de estudios que hacen que gente venga de fuera. Y más cuando el tema de desplazarse a otras comunidades no es ahora ningún problema. No sé, pero yo creo que puede haber tranquilamente 500 pisos alquilados sin ningún problema".

Asegura Martínez que a día de hoy todavía les llegan estudiantes sin piso. Se les nota en la cara de desesperación, dice. Algunos de los jóvenes en busca de piso "llegan con algo de nerviosismo, porque es un gasto importante para ellos y sus familias, y pamplona no es una ciudad barata, precisamente".

Con respecto al piso de estudiantes medio, se tratan de pisos de entre 3 y 4 dormitorios. En ese abanico, los hay con mayores y menores lujos. En cuanto al precio, se hacen las cuentas no por vivienda, sino por cada estudiante. Ahora mismo, el alquiler medio estaría entre los 300 y los 350 euros.

Sí que existen, dice Martínez, propietarios de pisos que no quieren alquilar a estudiantes. Pero no se trata, dice, de que tengan miedo a fiestas, problemas con los vecinos, o desperfectos. Sino por la escasa duración de los contratos, ajustados al curso universitario: "El piso de estudiantes es un piso con un contrato a diez meses. los meses de verano hay que negociarlos, o si no hay que volver a hacer contratos, volver a poner en marcha la maquinaria. Entonces, el que no quiere estudiantes no los quiere nunca, y el que quiere estudiantes, quiere solo estudiantes". Lo que interesa a los propietarios al final es la solvencia, garantizarse el pago del alquiler. Y eso es algo, dice el portavoz de las inmobiliarias, que suele estar garantizado por las familias de los estudiantes, que asumen cualquier impago.

Con todo esto, queda claro que según este experimentado agente inmobiliario, los ruidos, fiestas y problemas con los vecinos no son algo de excesiva relevancia: "Son realidad, pero lo que ocurre es que quizás nos sea tanto como puede parecer. Lo que pasa es que cuando hay una fiesta grande, interviene la policía, pues se entera todo el mundo. Pero lo cierto es que la inmensa mayoría de los estudiantes que están en sus pisos, tendrán sus fiestitas pero sin mayores molestias a los vecinos y no dan más problemas.

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Las agencias inmobiliarias, asegura Martínez, muchas veces ejercen de mediadoras entre los inquilinos y los propietarios. No solo cuando surgen problemas de incidentes, desperfectos, o quejas de vecinos, sino cuando hay dudas incluso de carácter técnico que resolver entre las dos partes.