Pamplona vuelve a la normalidad después de los Sanfermines
Las calles de Pamplona buscan la vuelta a la normalidad tras las fiestas más esperadas de los últimos años
Concluidos los Sanfermines del 2022 con el tradicional "Pobre de Mi" / Jesús Diges (EFE)
Pamplona
Primer día después de San Fermín. Pamplona deja una postal que muchos tenían olvidada: calles semivacías, el recuerdo tangible de las fiestas en los vasos y cristales tirados por las calles, y la estampa de los trabajadores intentando que la ciudad no parezca haber sido el lugar de fiesta de miles de visitantes en los últimos días. En concreto, más de millón y medio de personas han participado en las distintas actividades programadas a lo largo de los Sanfermines.
Cabe decir que los pamploneses y pamplonesas reportan haber notado menos aglomeraciones que otros años durante las fiestas. "En el encierro se veía bastante más hueco que otras veces", es el ejemplo que un pamplonés da para reflejar su percepción de unas fiestas menos masificadas. "Puede ser por el tema del COVID", añade otro ciudadano. Sin embargo, esto no quita la cantidad de basura que estas fiestas genera. Aquí, cada cual tiene su opinión. Hay quien ve la ciudad con más residuos que otros años, y quien cree que Pamplona está "bastante bien"
La realidad es que el personal de limpieza tiene una ardua tarea por delante para dejar la ciudad impoluta, y eso sin contar los nueve días en los que han estado trabajando sin descanso. "Hay mucha carga de trabajo, después de las fiestas tenemos bastante clientela que atender", afirma un trabajador que se encontraba realizando labores de limpieza en la Avenida Roncesvalles. Por otro lado, una limpiadora que transitaba por Carlos III cuenta que la gente "se ha portado bien", y que "tampoco está todo tan desastroso como otros años".
Estos Sanfermines 2022 se han hecho de rogar tres años. Una espera que, aunque ha hecho que se hayan cogido con más ganas, muestran una escena post fiestas similar a la de todos los años. Los pamploneses y pamplonesas reflejan la doble cara de una misma moneda en su percepción a la vuelta a la normalidad. Hay quienes ven calma, tranquilidad y sosiego tras el fin de las fiestas, y por otro lado, quienes ven con ojos de tristeza la estampa de una Pamplona vacía y silenciosa.
