Esparce las cenizas de su difunto padre en un río y todo sale mal: "Vamos papá, creo que ha sido mala idea"
Un momento que debía de ser muy introspectivo terminó siendo todo lo contrario
Urna funeraria / Lightspruch
En esta vida todo va cambiando, pero también en la muerte. Podrías pensar que no, pero si nos centramos en la forma en la que despedimos los restos mortales de nuestros seres queridos verás que es así. Mientras que antaño lo habitual era enterrar los cadáveres bajo tierra, en nichos o panteones, la tendencia de los últimos tiempos ha ido virando hacia la incineración, que por otro lado es bastante más barata en general.
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Por ejemplo, España es uno de los países europeos donde más crecen las incineraciones y cuenta con más de medio millar de crematorios en toda su geografía. Así lo dicen los datos, los cuales apuntan a que esta opción es la elegida ya por la mitad de las familias de los fallecidos, incluso sabiendo que los funerales religiosos siguen siendo los predominantes. Y esto último es importante, ya que el rito cristiano cree en la resurrección de la carne y la cremación choca directamente con este dogma.
Pero, como decimos, los tiempos cambian y la Iglesia tuvo que salir al paso ante las dudas de sus fieles. Hace poco más de un año determinaron que, aunque sigue habiendo preferencia en su seno por "la conservación en un lugar sagrado o un espacio específicamente dedicado a este fin que haya sido designado para ello por la autoridad eclesiástica" para "no sustraer al difunto de las oraciones de la comunidad cristiana", no se incurre en ninguna acción contra los principios eclesiásticos.
Así, el Vaticano admitió la conservación en osarios con la condición de que se guarde la memoria individual de cada difunto, puesto que alegan que la transformación "no implica la recuperación de las partículas idénticas de materia que formaban el cuerpo" y "la resurrección puede tener lugar incluso si el cuerpo ha sido totalmente destruido o dispersado". Una vez aclarado todo esto, las personas más creyentes tienen esta nueva vía que parece más cómoda y menos costosa... aunque algunas veces no sale todo como se pensaba una vez que se tienen las cenizas en manos de la familia.
Asistolia: la muerte desde dentro | Episodio 7: Tierra y ceniza
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Una "mala idea" al esparcir las cenizas
Una vez que se tiene la urna en posesión de los familiares, la mayoría deciden esparcir las cenizas en algún sitio que fuera especial para la persona fallecida o directamente que hubiera sido su última voluntad. Es un momento difícil, pues te despides de los últimos restos mortales de ella y ya solo quedarán los recuerdos, pero es un paso que se ha de hacer si se toma esa consideración. Parece algo que no es sencillo, pero sí simple.
Sin embargo, a veces el acto se complica. Se piensa que es abrirla y dejar escapar las cenizas, pero dependiendo del lugar puede haber ciertos problemas. Esto es lo que le ocurrió a una chica que fue con las cenizas de su difunto padre a echarlas a un río caudaloso, que según People fue su último deseo. Esto lo quisieron recoger en un vídeo, pero lo que captaron fue un momento que incluso desató las risas tanto de ella como de las demás presentes. Y es que no consiguió esparcirlas demasiado bien.
En un clip subido a TikTok que tiene como título 'Envíen ayuda', se ve cómo la muchacha coge un puñado de cenizas y las deja en el agua, pero en vez de seguir el curso del río estas se quedaron en el mismo sitio, junto a los pies de la hija, que aunque intentó que corrieran impulsándolas pataleando, no lo consiguió. "Vamos, papá", decía, para después espetar con gracia lo que todas estaban pensando: "Creo que ha sido mala idea". Lo que era un momento emotivo y duro, se convirtió en uno de risa, como si su padre quisiera haberle regalado la última sonrisa estando sus últimos restos junto a ella antes de descansar en paz.
