Los expertos alertan del error más común del matrimonio: no ocurre en la cama sino en la cartera
Las relaciones de pareja tienen muchas aristas que van más allá del componente romántico
Estabilidad familiar / Nora Carol Photography
El número de matrimonios está en descenso en los últimos años, dándose nuevos tipos de enlaces o festividades. Mientras que antiguamente era común que las parejas se unieran para siempre por el rito católico, que además fue la única fórmula en España durante muchas décadas, sobre todo en la dictadura franquista, ahora estos han descendido y florecen otras uniones.
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De hecho, a la Iglesia española le preocupa este descenso, tal y como lo manifestó recientemente con motivo del día de San Valentín, cuando la Conferencia Episcopal Española puso en marcha una campaña bajo el lema "Llena su corazón, hazlo latir". Las estadísticas hicieron que vieran necesario este tipo de acciones, ya que en 2023 registraron unos 33.000 casamientos, según la última memoria de la propia Conferencia Episcopal, lo que es un 80% menos que en las dos últimas décadas.
Antes organizaban más de 150.000 bodas católicas anuales, pero ahora esos números los están registrando los matrimonios civiles, que en 2023 fueron 141.000. Sin embargo, no solo las uniones religiosas se han visto en jaque, sino todas en general, con un ascenso de las separaciones, con tendencias como los divorcios grises (de personas mayores de 50 años), y con la cohabitación en un claro auge. Esto, básicamente, es un tipo de acuerdo por el que dos personas viven juntas sin enlace de por medio aunque tengan una relación romántica o íntima permanente.
Igualmente, los matrimonios todavía existen, indiferentemente de la forma en la que se contraigan, aunque hay expertos que señalan que se dan bastantes errores al pensar en lo que significa uno que proporcione estabilidad a las dos partes. Apuntan que, además del componente sentimental, hay connotaciones económicas en ese 'contrato' de vida, teniendo que aportar de una manera u otra ambos para la estabilidad del núcleo.
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"Un contrato de propiedad"
El medio Kauppalehti ha recopilado las aseveraciones de varios expertos en la materia, que han dado algunas claves y visiones alternativas de las relaciones legales de pareja, llegando a simplificarlo de una manera bastante materialista dejando de lado todos los condicionantes románticos. Sanna Svahn, abogada de Svahn Law Firm, comentaba que "el matrimonio es un contrato de propiedad. Básicamente, es un acuerdo financiero en el que ambas partes se comprometen a apoyar conjuntamente a la familia", siguiendo la línea del Consejo de Mercado de Finlandia.
Los expertos de este organismo convienen en que el matrimonio proporciona una mayor seguridad financiera que la cohabitación, poniéndolo en valor por encima de la simple decisión de vivir juntos. "En el matrimonio, la obligación de sustentar a la familia está mejor asegurada, lo que significa que ambas partes contribuyen al sustento de la familia lo mejor que pueden", explica Svahn, algo que secunda Kaisa Kivipelto, economista financiera privada del Danske Bank, añadiendo que la seguridad aumenta cuando hay hijos de por medio.
"En las relaciones heterosexuales, las mujeres todavía son las que más se llevan las licencias familiares. Aquí es donde las trayectorias económicas de mujeres y hombres suelen diferir significativamente", explica Kivipelto, puesto que son ellas las que "sufren un mayor impacto financiero" a causa de esto. Es por ello que considera que el casamiento "aporta seguridad al cónyuge que permanece más tiempo en casa, por ejemplo con los hijos". Todos ellos, además, convienen en que los temas de dinero deben de hablarse, siendo conversaciones esenciales al tener gastos compartidos en todos los sentidos.
