Un sociólogo revela la frase de tres palabras que no hay que decir a los hijos si quieres que tengan éxito
Estipula que hay que fomentar que sean resolutivos y no inculcarles que sientan vergüenza

Madre e hijo / ImagineGolf

La personalidad de las personas se suele formar cuando todavía son pequeñas. Las experiencias son las que marcan cómo es cada una, las relaciones y los condicionantes de su entorno también tienen un peso específico en ello, por lo que hay que tener mucha maña con los niños desde el primer momento. De no tener la consideración suficiente, podríamos estar marcándolos de por vida.
Más información
No solo son las actitudes con ellos, sino también con nuestras palabras. A veces pensamos que como son pequeños no se están enterando de nada o que se les olvidará, pero la realidad es que se deja una huella en ellos. Sobre este tema habla Adam Galinsky, sociólogo y profesor de la Escuela de Negocios de Columbia, en una parte de su libro titulado 'Inspire: The Universal Path for Leading Yourself and Others'.
En el escrito aporta consejos sobre lo que los padres deben y no decir durante la crianza de sus vástagos para que se conviertan en líderes exitosos y bien adaptados. De hecho, en una entrevista en CNBC Make It apuntó algo que se suele utilizar bastante y que es muy contraproducente porque puede tener un efecto contrario al que se desea. "Una frase que creo que tratamos de usar de manera motivadora pero no nos damos cuenta de lo dañina que es para los niños es 'me has decepcionado'".

Niño siendo regañado por uno de sus padres / Thai Liang Lim

Niño siendo regañado por uno de sus padres / Thai Liang Lim
Efectos contrarios en los niños
El sociólogo explica que aunque estas tres palabras se suelen decir para corregir la conducta, lo que puede provocar es que los niños desarrollen algo de vergüenza sobre sí mismos, un sentimiento que el experto asegura que no es nada productiva, ya que es "debilitante y desestabilizadora", anulando el pensamiento crítico y la resolución de problemas. "La culpa conduce a la reparación, pero la vergüenza a menudo conduce a la evasión", confirma Galinsky.
En contraposición, sugiere que lo mejor para que los niños aprendan de sus errores no basta con decirles lo que han hecho mal, sino que ha de preguntárseles cómo pueden hacerlo mejor la próxima vez. "En lugar de decir 'me decepciona que no hayas hecho tu tarea', puedes decir: '¿Cómo podemos establecer un sistema para que puedas hacer tu tarea? Pensemos en un plan para hacerlo'", expone como ejemplo de modelo correcto para que nuestros hijos puedan desarrollar una personalidad fuerte, imaginativa y resolutiva.