Un Golden Retriever con una enfermedad terminal sorprende a su dueña en su boda: "Eso solo se ve en las películas"
La perrita de 11 años se enfrentaba a dos tipos de cáncer
![](https://cadenaser.com/resizer/v2/LNOVVFECIFG3LMIVLL74JVIJKA.png?auth=80463454f78b188404593acc76f26aef5eda013f5e3da1f057ae263c309e7901&quality=70&width=650&height=487&smart=true)
![](https://cadenaser.com/resizer/v2/LNOVVFECIFG3LMIVLL74JVIJKA.png?auth=80463454f78b188404593acc76f26aef5eda013f5e3da1f057ae263c309e7901)
Anna y Steven se casaron el 7 de septiembre de 2024 en Bellevue Barn, New Hampshire. El día de su boda fue aún más especial gracias a la presencia de su Golden Retriever, Maybel.
El 14 de junio de 2024, Maybel recibió un diagnóstico devastador: mesotelioma sarcomatoide, una forma poco común y agresiva de cáncer, generalmente asociada a la exposición al asbesto. Además, los médicos descubrieron que también padecía cáncer de tiroides con afectación vascular.
Enfrentándose a dos tipos de cáncer terminal, esta perrita de once años y medio no dejó que nada le quitara su brillo. En el día de la boda, junto a su dueña, caminó hacia el altar y protagonizó un conmovedor baile con su dueño, luciendo un adorable tutú confeccionado a partir de las mangas del vestido de novia de Anna.
Más información
El vestido de novia de Anna contaba con unas mangas grandes y voluminosas. En lugar de desecharlas, decidió darle un giro creativo y le pidió a su costurera que las convirtiera en un tutú para su adorada perra, Maybel. No solo transformó las mangas en una pieza única, sino que también elaboró para su mascota unos brazaletes y un pañuelo de tela brillante, añadiendo un toque nupcial y lleno de elegancia.
Aunque se suponía que Maybel solo sería la portadora de los anillos de los novios, adquirió más protagonismo durante la ceremonia. La perrita de 11 años protagonizó un momento para el recuerdo, corrió hasta encontrarse con su dueña al final del pasillo y una vez en el arco nupcial, Maybel se acostó en la cola del vestido de la prometida.
"Ver a Maybel acompañándonos hasta el altar en el día más importante de mi vida me llena de felicidad y es un recuerdo que atesoraré por siempre", asegura Anna. "En cuanto a Maybel acostada sobre mi vestido, eso es algo que se ve en las películas, nunca en la vida real", añade.
"En el fondo de mi mente nunca se lo dije a nadie en voz alta, pero siempre pensé: ¡qué locura sería si Maybel simplemente se acostara junto a su mamá en su gran día! El hecho de que realmente sucediera es inimaginable para mí", continúa la prometida.
"Traté de que Maybel fuera parte de todo lo relacionado con la boda porque, por más tonto que suene, ella literalmente me ayudó en momentos inimaginables de mi vida", le dice Anna al medio PEOPLE. "Dicen que los perros son los más leales, y eso es simplemente un eufemismo", concluye.