Juan José Millás analiza ‘Adolescencia’, la serie de moda de Netflix: "Me resistí a verla porque sabía que me iba a hacer daño, y me lo ha hecho"

Madrid

Para el escritor y colaborador habitual de A vivir que son dos días, ningún tema pasa desapercibido, y la serie Adolescente, que está ahora mismo en boca de todos, ha sido un ejemplo más. La producción británica de Netflix deja muchísimas reflexiones acerca de hacia dónde va el mundo y, en especial, las nuevas generaciones, tratando una gran variedad de temas con un estilo de rodaje realmente espectacular, en el que cada uno de los cuatro capítulos, que duran alrededor de una hora, está grabado en plano secuencia.

Un detrimento brutal de la figura del profesor

Millás ha reconocido que, después de ver la serie, "he tenido sueños muy perturbadores". De hecho, "me resistí a ver Adolescente porque sabía que me iba a hacer daño, y me lo ha hecho". El colaborador le ha explicado a Del Pino que lo que más le ha impactado es la imagen que se extrae del funcionamiento de los colegios británicos. "Si verdaderamente es realista", afirma, "los colegios son ahora lugares más salvajes, una guardería en la que hay que estar, y donde los profesores son más carceleros que educadores".

El escritor ha explicado que la serie le transmite una realidad en la que "los críos y crías viven en un mundo donde no hay sanidad, no van a tener una vivienda, no van a tener un trabajo decente". En este sentido, Del Pino ha señalado que "los propios padres y educadores saben que da igual lo que hagas, porque tus hijos se educan en otro lugar que no es la casa, y el colegio queda retratado", y Millás aseguraba que se establece "como un lugar de contención en el que están porque tienen que estar en algún sitio todas esas horas".

Esta es una realidad que a Millás le ha parecido "muy turbadora". Según él, esta producción deja la idea de que las nuevas generaciones han experimentado un detrimento "brutal" de valores. "Cuando yo era pequeño, el profesor era un modelo de vida, una posible referencia; eran padres y madres alternativos que te ofrecían modelos de existencia. Hoy un profesor es una cosa distinta, es una especie de carcelero", afirma.

El colaborador de A vivir sostiene que, tal y como se refleja en la producción británica de Netflix, si lo mostrado en la serie se corresponde con la realidad, da la sensación de que "hay respeto cero, y desde luego esto no es un modelo de vida para nada. Seguramente porque está mal pagado, porque lleva una vida de perros y tal". Finalmente, Millás argumenta que, después de ver la serie, reflexiona sobre hacia dónde va el mundo, el retroceso de este y el futuro tan negro que se dibuja para las nuevas generaciones, para quienes la vida se antoja cada vez más complicada.

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