Las otras grandes crecidas del río Manzanares: una historia de inundaciones en Madrid
De vez en cuando despierta, moldea la ciudad y recuerda a sus habitantes que la naturaleza nunca olvida su curso
El río Manzanares en las inundaciones de 1966, los barrios de Vallecas, Alto de Extremadura y avenida del Manzanares fueron los más afectados. EFE.
El aumento del caudal del río Manzanares, tras el paso de la borrasca Martinho, ha dejado perplejos a los capitalinos (y a su fauna). Sin embargo, el "río madrileño" ha protagonizado varias crecidas a lo largo de la historia, causando inundaciones significativas en la ciudad. A pesar de que el Manzanares no es un río de gran caudal, periodos de lluvias torrenciales y el deshielo en la Sierra de Guadarrama han provocado episodios de desbordamientos en distintos periodos.
Las primeras inundaciones documentadas
Uno de los primeros desbordamientos registrados ocurrió en abril de 1884. En aquella ocasión, la falta de infraestructuras hizo que la crecida del río causara daños considerables. Posteriormente, en enero de 1906, la fuerza del agua destruyó el Puente Verde de la Florida, una estructura de madera cerca de donde hoy se encuentra el Puente de la Reina Victoria. Solo cuatro años después, en 1910, el Puente de Garrido, también de madera, fue destruido por otra riada.
El Puente Verde de la Florida, destruido tras el paso de una riada en 1906. Francisco Goñi.
El Puente Verde de la Florida, destruido tras el paso de una riada en 1906. Francisco Goñi.
Siglo XX: un siglo de inundaciones recurrentes
Las crecidas del Manzanares continuaron a lo largo del siglo XX. En 1936, poco antes del estallido de la Guerra Civil, el caudal del río aumento y amenazaba con superar el Puente de la República, hoy Puente del Rey. Otro episodio importante fue en 1947 cuando el agua arrasó con la Piscina La Isla, un complejo deportivo que estaba ubicado sobre el río Manzanares (entre los puentes de la Reina Victoria y del Rey). La isla se hundió parcialmente, no hubo muertos y la piscina volvió a abrir más tarde hasta 1954, cuando cerró definitivamente.
La piscina La Isla en el río Manzanares tras el paso de una riada en 1947. / VIDAL
La piscina La Isla en el río Manzanares tras el paso de una riada en 1947. / VIDAL
Las décadas de 1960 y 1970 también estuvieron marcadas por crecidas significativas. En 1960 y 1966, las aguas del Manzanares se desbordaron, afectando especialmente la Avenida del Manzanares y la zona entre los puentes de Segovia y Toledo. "Lluvias torrenciales han convertido en verdaderos mares la zona sur y este de la capital de España. El Manzanares ha dejado de ser aprendiz de río con la impresionante crecida. El desnivel de la Casa de Campo provocó la riada que originó el desbordamiento del río", se escucha a un periodista de la RTVE narrar la situación en un vídeo obtenido por la Filmoteca Española. En 1980, una nueva inundación afectó varias zonas de Madrid, incluyendo el barrio de La Latina.
Siglo XXI: crecidas controladas, pero no inexistentes
Aunque las infraestructuras de control han reducido los riesgos, en 1995 una tormenta intensa provocó una crecida que anegó la M-30, atrapando vehículos y obligando a los bomberos a rescatar a los afectados con botes. Una mujer de 25 años perdió la vida. Más recientemente, en 2005, el río registró un alto nivel del agua tras el paso de lluvias torrenciales.
Numerosos coches amontonados y sepultados tras la tromba de agua que cayó en Madrid, provocando el desbordamiento del río Manzanares e inundó la M-30, en 1995. M. Espinosa/ EFE.
Numerosos coches amontonados y sepultados tras la tromba de agua que cayó en Madrid, provocando el desbordamiento del río Manzanares e inundó la M-30, en 1995. M. Espinosa/ EFE.
Con el paso de los años, Madrid ha implementado diversas medidas para reducir el riesgo de inundaciones. Entre ellas destacan la canalización y encauzamiento del Manzanares por su paso por la ciudad, la construcción de embalses como el de Santillana y El Pardo, que regulan el caudal del río, mejoras en los sistemas de drenaje urbano y la realización del proyecto Madrid Río, que ha reforzado la capacidad de contención del río en su tramo urbano.
El paso por Madrid de una serie de borrascas desde inicios de marzo, han vuelto a poner el foco en el Manzanares. El río, que tantas veces ha sido testigo de la historia de Madrid, guarda en sus aguas grandes historias de desbordamientos e inundaciones. De vez en cuando despierta, moldea la ciudad a su paso y recuerda a sus habitantes que la naturaleza nunca olvida su curso.
