Selecciona tu emisora

Ir a la emisora
PerfilDesconecta
Buscar noticias o podcast

Málaga 2025 | Gustavo Dudamel y María Valverde: "Es una misión colectiva hacer accesible el arte"

La actriz española dirige el documental 'El canto de las manos', la historia de cómo el director venezolano Gustavo Dudamel celebró el aniversario de Beethoven con una ópera que integró a artistas sordos de su país

MÁLAGA, 21/03/2025.- El director de orquesta venezolano Gustavo Dudamel (i) y la actriz española María Valverde (d) posan en el Festival de Málaga, este viernes, donde estrenan el documental 'El canto de las manos', una obra que aborda el reto de crear la primera ópera en lengua de signos. EFE/ María Alonso / María Alonso (EFE)

MÁLAGA, 21/03/2025.- El director de orquesta venezolano Gustavo Dudamel (i) y la actriz española María Valverde (d) posan en el Festival de Málaga, este viernes, donde estrenan el documental 'El canto de las manos', una obra que aborda el reto de crear la primera ópera en lengua de signos. EFE/ María Alonso

Málaga

Cuando Beethoven compuso Fidelio, su única opera, se estaba quedando sordo. El genio alemán volcó en esta pieza una historia que hablaba del amor, de la libertad y de la lucha contras las adversidades, un reflejo mismo de su propia vida. Más de 250 años después, Gustavo Dudamel, el director de orquesta venezolano que es hoy una de las figuras más importantes de la música, pensó que era la obra perfecta para rendirle homenaje y también para crear algo especial. "Beethoven se celebra evidentemente por la genialidad de su música, pero hay un aspecto muy importante, fue un compositor que a través del tiempo se fue quedando sordo. Y esa fue la manera que encontré de dignificar esa condición de Beethoven a través de una comunidad maravillosa que son el Coro de Manos blancas. Yo soy hijo de un programa social y artístico en Venezuela que se llama 'El Sistema', el cual también cubre todas estas necesidades con la comunidad sorda, por eso quisimos llevar a cabo una historia que sobre todo integrara a la comunidad sorda de una manera más explícita y mucho más intensa", explica durante la presentación en el Festival de Málaga de 'El canto de la manos'.

María Valverde dirige este documental que narra todo el proceso. Desde que Dudamel tiene la idea de integrar al Coro de Manos Blancas con la Filarmónica de Los Ángeles, a los castings, los ensayos y la representación de esa obra con los artistas sordos actuando a través del lenguaje de signos. "Vi la oportunidad perfecta para poder narrar la vida de la comunidad sorda a través de una historia inspiradora. La música puede cambiar también vidas, la ópera Fidelio fue una excusa para poder contar su realidad. "Llevo más de 20 años dedicándome a la actuación y siempre he tenido la necesidad como de ir más allá. El hecho de poder generar un proyecto desde cero, de crear esa propia comunidad, esa familia que he creado con todo mi equipo, teniendo un proyecto tan importante como para mí es este, ha sido un verdadero lujo. Sobre todo porque al final es eso, salir de tu área de confort por completo y empezar literalmente de cero. Y la verdad es que para mí ha sido como algo necesario, vitalmente necesario. Creo que no voy a ver la actuación de la misma manera después de haber hecho este documental", añade la actriz española.

El proyecto supuso la vuelta del compositor venezolano a su país, al lugar donde creció y aprendió todo lo que es hoy del maestro José Antonio Abreu. "Esto son regalos de la vida. Yo siento que son esos milagros que a veces no nos damos cuenta que existen y están allí. El volver evidentemente a mi terruño ha sido algo muy especial y de la mano de María y con la música, que siempre es un motivo. Este proyecto nos enriqueció la vida tanto artísticamente como espiritualmente y humanamente. Es siempre importante reconectar con tu ciudad y con tu identidad, y hacerlo de la mano de de estos muchachos que los conozco desde sus inicios, ha sido maravilloso", dice emocionado Gustavo Dudamel, que también es hijo de ese programa, 'El Sistema', que ayuda a tener oportunidades y acceso a la cultura a través de programas para personas con diversidad funcional o en riesgo de exclusión social.

"El maestro Abreu creó esto ya hace 50 años y ahora vemos el resultado de todo esto, más que que crear músicos es realmente una escuela que crea mejores ciudadanos. El ideal de 'El sistema' es el acceso a la belleza, el acceso a la creatividad, sobre todo en equipo, que eso es fundamental, porque eso crea una empatía. O sea, no es una cuestión individualista, siempre se va a través del colectivo. Y a partir de ahí se trata de crecer individualmente para hacer algo mejor del colectivo. En el fondo yo creo que se trata de transformar, no por ayudar como tal, sino por dignificar. No es una cuestión solidaria de incluir al excluido, sino también de ver nuestra integración en la comunidad y entenderlos como iguales. El maestro Abreu siempre lo decía, la peor desgracia de la pobreza no es ser nadie, es no tener una identidad. Y lo que hace 'El sistema' es crear identidad más que en el aspecto musical, que es fundamental el aspecto artístico, es en la creación de esa identidad que genera allí", cuenta el director de este programa que le da un horizonte y un futuro digno a muchas personas que encuentran en el arte una herramienta emancipadora.

En el documental, María Valverde no sigue con su cámara todo el proceso artístico, sino que también se interesa por las historias personajes y el contexto de esos jóvenes artistas, por cómo han crecido en entornos de desigualdad, por cómo se han sentido excluidos en sus propias familias e, incluso, por cómo viven el parto de una hija. Es curioso el diálogo que entabla 'El canto de las manos' con 'Sorda', la película de Eva Libertad que se presentó al inicio del Festival y que, desde otro prisma y utilizando la ficción, también expone las barreras sociales y la violencia institucional a la comunidad sorda. "Fue una necesidad mía descubrir de dónde vienen las las carencias que han tenido. Creo que a mí también me hizo ver un poco la realidad que desconocía. Yo no era quién para juzgar sus vidas, ni sus familias, quise mostrar la belleza dentro de sus propias realidades y por eso quise jugar mucho con con los planos estáticos e intentando seguirles a ellos y no ver más allá de lo que ellos podían ver. Nos pilla muy lejos poder entenderles y empatizar con esa soledad que viven dentro de sus propias familias por el simple hecho de no tener acceso a la lengua y muchos de ellos no querer aprenderla para comunicarse con ellos. Me daba cuenta de que su salvación era el coro, donde han creado su propia familia, y yo me quería agarrar a eso", asegura.

La actriz logra capturar la vida íntima y artística de esa comunidad desde una mirada empática y no condescendiente utilizando también a veces el sonido de forma inmersiva para hacer el viaje con esos personajes-personas y experimentar de forma casi romántica cómo el arte les ha dado un nuevo sentido a sus vidas. La directora grabó todo el material para que el proceso siempre fuera orgánico y vivo y ya en la sala de montaje encontró la forma narrativa de articular la historia. "Quería un relato que genere un referente también en otras personas, al final el arte tiene un poder muy necesario de cambiar realidades, en ese sentido, sí, me considero una romántica", sonríe María Valverde y continúa Dudamel. "Necesitamos mucho más de esos espacios en el mundo en que vivimos ahora, un mundo desconectado, ultra conectado y desconectado al mismo tiempo con la esencia humana. Realmente yo creo que es es absolutamente necesario. Yo creo que va mucho más allá de una idea romántica. Yo creo que es una idea necesaria, con la música tratamos de crear ese espacio de optimismo a través de la belleza, a través del trabajo en equipo, de la creatividad, de la creación de armonía en colectivo", defiende.

De forma paralela esta historia, mucho más que un canto a la superación, revela la falta de integración y democratización de la cultura, una herrramienta transformadora que no es accesible para todos. Para la comunidad sorda, por ejemplo, con la falta de subtítulos en muchas películas, y para colectivos que no tienen la posibilidad de imaginar otros mundos a través de una cultura que, en muchos casos, sigue siendo un espacio clasista. "Lo ideal es que todo el mundo tuvieses acceso. El propio concepto de la música clásica es algo elitista, como algo no accesible, e incluso el mismo nombre de clásica también la hace más lejana a las nuevas generaciones. Los artistas debemos unirnos para dar más visibilidad y hacerlo más accesible, hacerlo más cercano a la naturalidad la vida cotidiana. Todos de alguna manera estamos inmersos en el arte, es algo que está en nosotros, intrínseco en la realidad, en la concepción humana. Y poder abrir esas puertas y romper esos muros es fundamentalmente para el arte y para estar más conectados con la esencia del día a día. Es una misión colectiva el hecho de hacer accesible el arte", concluye Gustavo Dudamel, esperanzado en que estas iniciativas rompan esas barreras y acerquen la música a la sociedad. Con su proyecto y 'El canto de las manos' ya propició que Chris Martin, el cantante de Coldplay, contara con ese coro en lengua de signos para el videoclip de 'feelslikeimfallinginlove'.

 

Directo

  • Cadena SER

  •  
Últimos programas

Estas escuchando

Hora 14
Crónica 24/7

1x24: Ser o no Ser

23/08/2024 - 01:38:13

Ir al podcast

Noticias en 3′

  •  
Noticias en 3′
Últimos programas

Otros episodios

Cualquier tiempo pasado fue anterior

Tu audio se ha acabado.
Te redirigiremos al directo.

5 "

Compartir