La Fiscalía recurre la citación de Bolaños como testigo en la causa de Begoña Gómez

Madrid

La Fiscalía ha recurrido la decisión del juez, Juan Carlos Peinado, de citar a declarar como testigo el próximo 16 de abril al ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños. El Ministerio Público recurre la apertura de una pieza separada para investigar un presunto delito de malversación cometido al contratar a una asesora de Moncloa para Begoña Gómez. En esa nueva línea de investigación se ha citado a Félix Bolaños porque en su antiguo cargo de secretario general de la Presidencia fue quien formalizó la contratación de Cristina Álvarez que fue el nombre que puso Moncloa encima de la mesa. El interrogatorio se celebrará en su despacho del Ministerio de Justicia.

El fiscal denuncia "la constante oscuridad impropia de un proceso penal" de esta causa, en la que el juez "acuerda una diligencia porque él, en su fuero interno, ya la ha valorado como útil". Añade que la apertura de la pieza separada "hace preciso conocer mínimamente los hechos que se va a investigar, a fin de, por un lado, determinar el objeto de la instrucción y por otro advertir la utilidad, pertinencia y necesidad de estas diligencias". Una "utilidad, necesidad y pertinencia en la declaración del ministro de la presidencia Félix Bolaños, que no podemos valorar en estas condiciones que exponemos, pero no deja de ser chocante el hecho de acordar la testifical de un ministro del Reino de España en estas condiciones porque la resolución nada exteriorizado ni justificado, ni siquiera sea superficial o mínimamente y tampoco vislumbramos en contexto y el alcance en el que se puede desarrollar esta declaración en calidad de testigo.

De momento solo el instructor sabe a qué extremos son presuntamente delictivos y sobre qué quiere preguntar, y en que medida el testigo puede contribuir a su esclarecimiento". Y recuerda que "de la misma forma que en julio de 2024 se decidió acudir al palacio de la Moncloa a recibir declaración testifical al Presidente del Gobierno en una diligencia de instrucción, cuya forma, fundamento, fines y escenificación no compartimos. En esta ocasión se acuerda una diligencia de marcado carácter mediático y con clara repercusión extraprocesal, cuya eficacia, utilidad y pertinencia no estaría aún justificada. No decimos que no lo puede hacer, sino que con el marco fáctico y con una total ausencia de argumentación, la diligencia en cuestión no resulta comprensible".