Pastel
Es curioso cómo la lengua coloquial ha ido dando nuevos sentidos a esta palabra

Madrid
El ninot indultado en Valencia nos lleva a una pastelería de Paiporta y a buscar el origen de la palabra 'pastel'. Un término que nos llegó del francés antiguo, según el diccionario de la RAE, y que nombra una pasta, una masa de harina y manteca horneada, que hoy tenemos más asociada al dulce, pero que hace tres siglos describía un alimento salado relleno de carne picada. También nombra un color de tono suave y esa es hoy su primera acepción.
Es curioso cómo la lengua coloquial ha ido dando nuevos sentidos a esta palabra. Y así, de los contemporizadores que se acomodan dócilmente a los dictámenes de otros decimos que pastelean, y de las películas o los libros ñoños decimos que son una 'pastelada'. Pastel hace referencia también a los beneficios, económicos o de poder, susceptibles de reparto, de ahí vendría lo de “repartirse el pastel”. Y el pastel también nombra un acuerdo secreto con fines turbios —una intriga, una conspiración— que cuando sale a la luz decimos que “se ha descubierto el pastel”. Una expresión esta que, en origen, fue literal y se refería a pasteleros tramposos que engañaban con el peso o con la calidad del relleno y cuya estafa sólo se descubría cortando y abriendo el pastel.