La lección de El Langui cuando le preguntan de dónde saca fuerza de voluntad para hacer todo lo que hace
El rapero habló en 'La Revuelta' de la obra que estrena como director de teatro y de su nueva faceta como deportista

El Langui, en 'La Revuelta' / RTVE

Madrid
El Langui sigue imparable. Este lunes acudió a La Revuelta a presentar Campeones 2, la obra de teatro que dirige y, de paso, le enseñó a David Broncano a jugar a boccia, un deporte paraolímpico similar a la petanca en el que el rapero se ha proclamado campeón. Bromeó sacando un taco de billetes del bolsillo —"esto es todo lo que tengo, hermano"—, contó que su hijo una vez le preguntó cómo se "apaña" en el sexo y hasta dio con su bastón al bombo del programa.
Entre el público estaba un señor de Viladecans que, gracias a su gran parecido con Jordi Évole, formó parte de una campaña de publicidad de su programa. Como él mismo reconoce, a pesar de ser anónimo, le cuesta pasar desapercibido porque mucha gente piensa que realmente es el presentador de televisión. En La Revuelta su presencia tampoco se pasó por alto y Brocano quiso que, emulando a Évole, le hiciera una pregunta a El Langui: "¿Cómo lo haces para coger tanta fuerza de voluntad y superarte día a día?", le espetó.
El cantante, impresionado por la pregunta, compartió con el público lo que más le ayuda: "A veces necesitamos mirar a gente que tiene mucha más dificultad que uno mismo", comenzó respondiendo. Puso de ejemplo lo que le sucede a veces cuando juega a boccia: "Estoy compitiendo con un tío que le cuesta mucho más que yo lanzar la bola y le desprestigias... Dices, "voy a bajar el nivel" y no, al revés", explicó, añadiendo que por poco se descuida y le ganan.
Volviendo a la pregunta, lo que quería decir es que "muchas veces necesitamos ver a gente con mayor dificultad que nosotros para darnos cuenta lo pejigueros que nos estamos poniendo en nuestro día a día. A mí me pasa. A ti te pasará. Dirás, "cómo es El Langui, lo que le cuesta y tal. Y yo estoy aquí quejándome. Pues a mí, igual".

Puso un ejemplo concreto de una persona que se le viene a la cabeza cuando tiene que madrugar: "Pienso qué me estará diciendo Álex, que le quitaron un tumor de aquí, de nada, un bultito, y le han dejado así en una cama para toda la vida con 16 años. Digo "¿qué me estaría diciendo?" Me estaría diciendo cabrón, si cuesta te cuesta una hora ponerte la ropa, te levantas dos horas antes porque entre que te duchas te ponen los calcetines, las botas, no te caigas en el hotel y que no haya nadie para recogerte... pero tienes abajo un coche de producción que te lleva a los ensayos de una obra de teatro, que vas a hacer tu obra de teatro de una película que te mola. Quéjate menos, tío".