"No es algo que pasa solo en Extremadura": una iniciativa pide más seguridad para las educadoras sociales en pisos tutelados

Madrid

"Estoy horrorizada y llena de rabia. Ayer asesinaron a una de nuestras compañeras, una educadora social de 35 años, mientras trabajaba en un piso tutelado de menores. Y lo peor es que a ninguno nos ha sorprendido. Llevamos años advirtiendo de que esto podía pasar. Nos enfrentamos a diario a situaciones de riesgo y no tenemos suficiente seguridad: ni cámaras, ni protocolos claros, ni personal mínimo… Yo misma he vivido agresiones y las he visto sufrir a otros compañeros. He pasado muchísimo miedo y he tenido miedo de morir. Por favor, la muerte de María Belén no puede quedar en el olvido. ¿Cuántos más tenemos que morir para que nos escuchen y se preocupen por nuestra seguridad?". Así empieza la recogida de firmas en la plataforma change.org de Victoria Salinas, educadora social e impulsora de la iniciativa, que pide más seguridad y más medios.

Belén Cortés, la educadora social de 35 años, fue asesinada por tres menores en un piso tutelado de Badajoz. A raíz de los sucedido, han salido a la luz las condiciones en las que trabajan los profesionales de casas de acogida, pisos tutelados, centros de emergencia social y otros dispositivos de intervención, que denuncian situaciones de riesgo a diario que comprometen su seguridad e integridad física y psicológica. "Siempre se han elevado quejas y mientras eso se hacía, lamentábamos", ha denunciado Salinas en La Ventana. La educadora social ha explicado que las denuncias de los trabajadores y educadores sociales "vienen de muy atrás" y que entre ellos comentaban, acerca de las situaciones que vivían: "Hasta que no ocurra una desgracia, esto no irá a ningún lado".

"Yo me vi expuesta a paralizar mi vida por completo de lo sobrepasada que estaba de la situación", ha dicho Salinas. Al reincorporarse de una baja, vivió un motín y temió por su vida. Para ella, la expulsó la estructura, no el trabajo. Al final, la educadora ha explicado que tuvo que dejar "un trabajo que te llena por las circunstancias". "No creo que yo no esté hecha para este trabajo", ha afirmado. Salinas ha expuesto la situación en este tipo de pisos tutelados: "Estamos viviendo un cambio en todos los niveles en cuanto al comportamiento de los menores, la violencia ha ido incrementando en este tipo de centros". Actualmente Salinas trabaja en una fundación de mayores.

100.000 firmas en siete días

"No podemos hacer nuestro trabajo si no estamos protegidos ni tenemos medios suficientes", pide la recogida de firmas. Salinas ha dejado claro que "tiene que haber una revisión a nivel estatal". La educadora social ha considerado que se debe valorar "cómo se están gestionando los centros de menores, cuáles están siendo los principales problemas a día de hoy y cómo poder llevar a cabo una solución digna tanto para el menor como para el trabajador". El principal objetivo es que sea una reforma a nivel nacional bajo una supervisión. "Queremos que se tengan en cuenta las realidades y las denuncias de los profesionales de este sector, esto no es algo que ha pasado solo en Extremadura", ha manifestado.

La recogida de firmas solicita que los trabajadores de lo social sean acompañados por personal de seguridad para realizar su trabajo en aquellos dispositivos donde la conflictividad y el riesgo lo requieran "como son los centros de menores en, tristemente, cada vez más casos", añade la nota. Salinas ha asegurado que "hay compañeros que siguen intentando encontrar la forma de llevar su vida manteniendo su trabajo". Un trabajo, en el caso de Salinas, vocacional, que muchos se ven obligados a abandonar por las situaciones peligrosas a las que son expuestos. "Lo llevas con mucho miedo, con mucha incertidumbre, con mucha desprotección y poniendo en riesgo tu salud física y mental", ha revelado la educadora social.

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Salinas ha recordado que a pesar de vivir "situaciones muy intensas", el trabajo tiene muchísimas cosas positivas. "Llega un menor que te dice: 'Esto si que me esta sirviendo, he necesitado mi tiempo pero me habéis ayudado'", ha recordado emocionada. "Ya no es solo lo que te lo cuenten ellos, sino que lo puedes ver. Trabajamos y vivimos en las mismas ciudades, te los encuentras y ves que han rehecho su vida", ha contado Salinas.

"Estoy muy agradecida por todas las personas que han dedicado tiempo a firmar". En tan solo 7 días, han sumado más de 100.000 firmas. El 18 de marzo, registrarán en el Ministerio del Interior las firmas recogidas hasta el momento.