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"Esto es como una ciudad dentro de un nivel de contención biológico": Hora 25 entra en el laboratorio de mayor bioseguridad de España

Un equipo de 'Hora 25' accede al Centro de Investigación en Sanidad Animal (CISA)

"Esto es como una ciudad dentro de un nivel de contención biológico": Hora 25 entra en el laboratorio de mayor bioseguridad de España

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Madrid

En España hay un laboratorio en el que se investigan los virus más relevantes para la sanidad animal. Son virus que, de circular entre los animales, pueden provocar miles de millones de euros en pérdidas de ganado, con el consecuente impacto sobre la economía de los países. El Centro de Investigación en Sanidad Animal (CISA) del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA) es el laboratorio de mayor bioseguridad en nuestro país y pertenece al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). En su corazón -el lugar más hermético de todo el complejo porque requiere un protocolo muy tasado de entrada y salida- pueden manipularse virus como el COVID-19 o el virus de Crimea Congo, que provoca graves fiebres hemorrágicas en los humanos. Todo para buscar una vacuna que proteja tanto a los animales como a los humanos. Un equipo de Hora 25 ha conseguido entrar en este centro.

"El virus de la peste porcina africana causa una mortalidad muy alta y si llega a introducirse en España supondría una catástrofe para nosotros", resume la directora del CISA, Noemí Sevilla. Lo más característico de este laboratorio es que para entrar o salir de sus niveles más profundos hay que hacerlo completamente desnudos y todos los equipos de grabación tienen que desinfectarse durante un plazo de una semana. De hecho, cualquier visitante o trabajador que entre, al salir, tiene que darse una ducha de dos minutos y cepillarse bien las uñas. También tiene que escupir. El fin último es evitar que cualquier virus que hay dentro pueda salir (un extremo que es difícil, por no decir imposible, que se produzca)

En el laboratorio trabajan unas 150 personas entre científicos, personal de bioseguridad, limpieza, etc. Van identificados con un mono de diferentes colores, según sus funciones. Las puertas están cerradas a presión negativa para evitar que salga nada. Es una presión negativa muy leve. El CISA es el único laboratorio en España donde se trabaja con fiebre aftosa, esto es, un virus que puede obligar a sacrificar a millones de animales por estar enfermos. El objetivo es crear vacunas para que no se transmita la enfermedad de animal a animal y minimizar la posible pérdida económica derivada. La fiebre aftosa no está presente en la Unión Europea, salvo algún brote puntual, pero sí que hay varias amenazas: la principal, la que puede llegar del norte de África.

Y más allá de las enfermedades que afectan solo a los animales, hay otras, como el virus de Crimea Congo, que pueden matar a un humano. En España ha habido pocos casos, cinco en 10 años, pero el problema es que es difícil de detectar y "los animales son reservorio del virus. Prácticamente no hay signos. Una persona puede ser asintomática o tener síntomas de gripe, pero eso puede seguir avanzando y acabar matando a una persona", relata Gema Lorenzo, investigadora especializada en esta enfermedad.

El lugar más profundo del CISA es el llamado P4. Es un laboratorio de máxima contención, donde los científicos tienen que entrar con trajes de protección individual, los famosos EPI. Son trajes con respiración autónoma, que sirven para tratar los virus más peligrosos como el COVID. Una vez terminado de manipular ese virus, al salir, hay que pasar por una ducha química, con el traje puesto y luego darse una ducha normal.

En la parte superior del complejo hay toda una serie de tuberías con filtros de aire para que no haya escapes, pero al mismo tiempo se pueda respirar dentro. Es el lugar que mantiene la presión negativa en todo el complejo. Los científicos hacen vida dentro, con una cafetería detrás de un gran muro de hormigón armado, donde se puede comer y descansar. En el animalario del CISA se prueban vacunas, sobre todo con ratones y con cerdos, bajo unos estándares de bienestar animal muy estrictos. Se les administran vacunas y luego se les somete al llamado "desafío", es decir, exponerles al patógeno para ver cuál es la reacción y sacar unos resultados.

Alejandro Becerra

Alejandro Becerra

Redactor de 'Hora 25' desde octubre de 2020. Previamente estuve en la web de la Cadena SER. Graduado...

 

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