Una niña estadounidense de 10 años con cáncer cerebral es deportada a México cuando iba de camino al hospital
La Policía de EEUU detuvo a la familia en un puesto de control, cuando se dirigían al médico por una emergencia, y los trasladaron hasta un centro de detención. Allí permanecieron unas horas antes de reubicarles en el lado mexicano de un puente en Texas

Una niña estadounidense de 10 años con cáncer cerebral que ha sido deportada a México.

Madrid
La familia iba de camino hacia el hospital por una emergencia médica, cuando fueron capturados por las autoridades de Estados Unidos y expulsados del país. Este es el caso de una niña estadounidense de 10 años con cáncer cerebral, que ha sido deportada a México junto a sus padres, que carecían de papeles. Ellos ya forman parte de las miles de personas de han sido expulsados tras las órdenes del presidente norteamericano, Donald Trump.
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La historia de esta familia la ha publicado por primera vez 'NBC News', aunque múltiples medios se han hecho eco de esta desgarradora noticia, que tuvo lugar a principios de febrero. Fue entonces cuando la pequeña enferma se dirigía junto a sus padres y a sus hermanos al centro médico de urgencias. Era un viaje que ya habían hecho cinco veces antes, aunque esta fue completamente distinta.
Aquel día la niña necesitaba un chequeo de emergencia, debido a su enfermedad, por lo que toda la familia viajó desde Rio Grande City, donde residían, hasta Houston, donde se encuentran los médicos especialistas que trataban a la pequeña, de la que no se ha desvelado el nombre por seguridad. Como siempre, el vehículo familiar paró a las puertas del puesto de control migratorio y comenzó a enseñar las cartas de sus médicos y abogados para poder cruzar la frontera, aunque esta vez no fue suficiente.
Las autoridades pidieron a los padres la documentación migratoria legal, algo de lo que carecían, por lo que toda la familia fue detenida sin posibilidad de cruzar la frontera. "Es muy difícil. No le deseo a nadie pasar por esta situación", ha explicado la madre en declaraciones con el citado medio, al tiempo que ha incidido en que los trabajadores del puesto de control se negaron a escuchar su situación.
La familia es deportada a México
Cuatro de los cinco niños del matrimonio son ciudadanos legales de Estados Unidos, por lo que ellos no deberán haber sido detenidos. Además, tienen un sexto hijo que ha permanecido en el país tras la deportación. Aun así, según el responsable de fronteras de la administración de Trump, Tom Homan, en estos casos "las familias pueden ser deportadas juntas". Así, tras ser trasladados al centro de detención y separados por sexos, todos ellos fueron reubicados en el lado mexicano de un puente de Texas.
"El miedo es horrible. Casi no puedo explicarlo, pero es algo frustrante, muy duro", ha confesado la madre en las declaraciones. Sin ningún lugar al que ir, la familia pasó una semana en un albergue y ahora reside en una casa que, según el diario, está ubicada en una zona donde es frecuente el secuestro de ciudadanos estadounidenses.
Desde entonces, además, la pequeña no ha recibido la asistencia médica necesaria para su afección. Y no es la única, pues otro de los hijos, un joven de 15 años sufre de un trastorno cardíaco que le causa latidos irregulares, y por el que necesita estar en constante vigilancia. "Las autoridades tienen la vida de mis hijos en sus manos", ha expresado la madre entre lágrimas.
Su caso ya ha llegado a oídos del Proyecto de Derechos Civiles de Texas, que se han puesto de parte de los deportados. "Lo que le está sucediendo a esta familia es una tragedia absoluta y no es algo que se limita solo a ellos", ha explicado, por su parte, Rochelle Garza, presidenta de la asociación. Ahora, como muchas otras, la familia solo espera encontrar una manera de regresar a Estados Unidos, para garantizar el mejor tratamiento para el cáncer cerebral de su hija.