Los hombres van menos al psicólogo (incluso con un cáncer), pero se suicidan más: la brecha de género en la salud mental
Según un estudio de la Asociación Española contra el Cáncer, solo el 25% de los pacientes de sus psicólogos son hombres y, según datos del INE, el 74% de las personas que se suicidaron en 2023 eran hombres

Los hombres van menos al psicólogo (incluso con un cáncer), pero se suicidan más: la brecha de género en la salud mental
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Madrid
Ser diagnosticado con una enfermedad grave, perder repentinamente a un ser querido o simplemente atravesar una mala racha son motivos que podrían llevar a cualquiera a la consulta de un psicólogo o psiquiatra. Sin embargo, en la práctica, son principalmente las mujeres quienes buscan esta ayuda. La psicóloga Ana Asensio comenta que "vemos a mujeres expresar, llorar, ponerse tristes, y a los hombres no les hemos visto soltar una lágrima ni compartir un problema". Esta diferencia se refleja en los datos: solo uno de cada tres o cuatro pacientes en consultas psicológicas son hombres.
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Miguel Trujillo, psicólogo de la Asociación Española contra el Cáncer, explica que "ellos tienen que percibir como muy grave la situación para que busquen esa ayuda psicológica. La mujer tarda mucho menos". Esta mayor tardanza se debe, en gran parte, a la masculinidad malentendida. Trujillo añade que "nos han educado desde pequeños con esa idea de que tenemos que ser fuertes, autosuficientes. Todo eso conlleva que buscar ayuda es un síntoma de debilidad y vulnerabilidad".
Ignacio y David consiguieron romper esta barrera y pidieron ayuda psicológica cuando les diagnosticaron un cáncer. Ignacio comenta que "la idea de ir a un psicólogo siempre era vista como un signo de debilidad. Entonces, por supuesto, yo tuve dudas". David añade que "hemos sido educados con la frase típica de 'los hombres no lloran', que yo creo que ha hecho mucho daño en ese sentido. Lo solucionamos todo tomando unas cañas con los amigos, pero creo que necesitamos obviamente tener esas herramientas y esa terapia".
Los datos respaldan estas observaciones: además de ir menos a terapia, los hombres también se tratan menos farmacológicamente. El 34% de las mujeres españolas toman algún tipo de psicofármaco, frente al 17% de los hombres. Trujillo señala que "los hombres tienden más a minimizar, a intentar quitar la importancia como una manera más evitativa de afrontar el problema. Hay emociones como el miedo o la tristeza que, si no se abordan y no se trabajan, se pueden traducir en expresiones de ira, irritabilidad e incluso en comportamientos de aislamiento".
La educación, la cultura y la configuración cerebral también influyen en los motivos por los que alguien decide ir al médico. Según datos del Ministerio de Sanidad, las mujeres sufren más anorexia(hasta 7 veces más), depresión (el tripe) y ansiedad (el doble), mientras que los hombres suelen pedir ayuda por trastornos de la personalidad, adicciones o esquizofrenia.
La brecha existe incluso con un cáncer
Ignacio Sanz, quien tiene cáncer, decidió pedir ayuda psicológica para asumir lo que le estaba pasando. Comenta que "enfrentarse a la probabilidad de morir en el proceso oncológico es algo que no había asumido. Nosotros vivimos muchas veces pensando en el futuro y no nos damos cuenta de que el futuro puede no existir. El cáncer te pone un posible motivo de tu muerte y eso puede hacer que se te vaya la cabeza".
Según datos de la Asociación Española Contra el Cáncer, el 75% de las personas que piden ayuda psicológica son mujeres, frente al 25% de hombres, aunque el 55% de quienes la necesitan son hombres. En muchos casos, como en el de Ignacio, al golpe emocional del diagnóstico de cáncer se suma el estigma del cáncer de próstata: tiene unas connotaciones muy fuertes en la sexualidad propia y en otras cuestiones, como puede ser la incontinencia. El hombre no está acostumbrado a hablar de sus problemas sexuales o de incontinencia", explica Ignacio.
Esta brecha de género en la salud mental pasa en todas las edades, aunque los hombres jóvenes y adolescentes parecen empezar a igualarse con las mujeres de su generación. Iñaki, de 24 años, comenta que "tenía rechazo a la idea de ir al psicólogo porque creía que podía gestionarlo todo solo, pero finalmente me animó mi entorno y estoy muy contento con la decisión". Javier, de 31 años, añade que "la terapia es una herramienta muy potente para aprender a relacionarse y mejorar las relaciones".
A pesar de estos avances, las diferencias siguen existiendo. Alguien podría pensar que si los hombres van menos a terapia y se medican menos, es porque lo necesitan menos, pero no es así. Asensio afirma que "los hombres claro que lo pasan mal y tienen problemas emocionales, pero suelen buscar otras salidas: adicciones, sustancias, sexo. Y, llegado al extremo, el suicidio, porque la conducta suicida es muy impulsiva". Los datos muestran que en España, en 2023, por cada mujer que se suicidó, casi tres hombres acabaron con su vida. El 74% de los suicidas fueron hombres, lo que indica que los hombres no tienen mejor salud mental que las mujeres, sino que la masculinidad, la educación y el machismo les impiden pedir ayuda cuando la necesitan.

Adrián del Pozo
Periodista de informativos en los fines de semana. He pasado por la sección de Sociedad y por las radios...