Una mujer de 38 años que aún vive en casa con sus padres cuenta su historia y desvela los motivos detrás de esta decisión

Madrid

El último Observatorio de Emancipación señala que la edad media con la que los jóvenes españoles abandonan su hogar se encuentra en los 30,4 años. A esta cifra se suma la de los que pertenecen a la llamada 'generación bumerán': todos aquellos que vuelven a vivir con sus padres después de haberse independizado previamente. Este es el caso de Lindsey Jane Gordon, una mujer de 38 años que sigue residiendo en la casa familiar y que, según asegura, no tiene "ninguna prisa" para mudarse.

Así lo ha explicado ella misma en declaraciones al medio 'The Telegraph', donde ha contado su historia y se ha sincerado acerca de los motivos que la empujaron a volver a vivir con sus padres. Según ha comentado, la decisión de volver a Reino Unido, el país de residencia de sus padres, la tomó en 2021, después de la pandemia de COVID que azotó a toda la población a nivel mundial. Cinco años más tarde, aún vive allí.

"Pensé que solo viviría en casa durante tres o cuatro meses, para adaptarme y que luego estaría bien", ha comenzado Gordon, que trabaja a tiempo parcial como coordinadora de bodas. "Nunca planeé que fueran tres o cuatro años", ha apostillado la mujer.

No es la primera vez que Gordon cuenta este relato. Lo cierto es que ya lo hizo hace dos años a través de redes sociales, en un vídeo que se volvió completamente viral. "Esta es mi historia y cómo es que sigo viviendo con mis padres", explicaba a través de su cuenta de TikTok, donde acumula más de 16.000 seguidores. Los hechos se remontan a cuando la británica comenzó su etapa universitaria fuera de casa. "Me mudé para tener la experiencia completa", apostillaba.

La historia llena de cambios de Lindsey Jane Gordon

Después de su graduación en 2008, Gordon comenzó a viajar por el mundo. Primero lo hizo por Australia y Nueva Zelanda, donde permaneció tres meses sola. A estos destinos se han ido sumando otros nuevos, a veces por trabajo y a veces de forma recreacional. "Me gustó tanto Sidney que decidí mudarme allí", si bien tuvo muchos obstáculos para adquirir la tarjeta de residencia, por lo que volvió a Reino Unido en 2014.

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Lejos de dar por finalizada su emancipación, la mujer estuvo tres años en un banco hasta que le salió la oportunidad de mudarse a Singapur por trabajo, convirtiéndose esta en la última vez que vivía sola. En 2020, la pandemia hizo mella en su salud mental, lo que la llevó a dar un cambio en su vida. "La covid me hizo darme cuenta de que a pesar de mi éxito profesional y el increíble estilo de vida que tenía, realmente estaba muy triste. Odiaba mi trabajo y estaba muy sola", expresaba.

Este descubrimiento fue el desencadenante para trasladarse de nuevo a la vivienda familiar, donde aún hoy reside. "En cuanto a mudarme oficialmente, no creo que haya sucedido nunca", ha explicado en declaraciones al citado medio. "Técnicamente, mi dirección de facturación siempre ha sido la de mis padres".

Ahora, la mujer se muestra feliz por el estilo de vida que lleva: "no pretendía volver a vivir con mis padres, pero como sigo soltera no tengo ninguna prisa para independizarme, aunque me lo puedo permitir", De hecho, el único motivo detrás de su decisión de permanecer en el inmueble es, según ha confesado, porque quiere. "Es razón suficiente", ha concluido en el metraje.