"La administración impone por cuestiones políticas un monstruo que arruinará nuestras vidas": Ana Corredoira, sobre la aprobación de la macrocelulosa de Altri en Palas de Rei

Madrid

Los vecinos del pueblo gallego de Palas de Rei (Lugo) se encuentran indignados ante el hecho de que la Xunta de Galicia haya dado el visto bueno al proyecto de instalación de Altri, una fábrica de producción de fibra textil a base de celulosa, presentado por la empresa lusa Greenfiber.

Pese a la lucha de residentes locales y miles de manifestantes de la comunidad autónoma por tumbar el proyecto, movilizaciones multitudinarias similares a los tiempos del Prestige, este seguirá en pie y se localizará en un espacio de 360 hectáreas en el pueblo.

Dichas quejas nacen en base al impacto medioambiental que provocará dicha instalación en la localidad y en el resto de Galicia, y al consumo de casi 50.000 metros cúbicos de agua, cuyos residuos pueden poner en peligro, ni más ni menos que la Ria de Arousa.

Para conocer el alcance del impacto medioambiental de este proyecto, en Hora 14, nuestros compañeros han contactado con Ana Corredoira, bióloga, ganadera, directora de un proyecto de ganadería ecológica, y colaboradora en A vivir que son 2 días con Javier del Pino; que se ve afectada por la instalación de la macrocelulosa al ver peligrar su explotación ganadera.

"Bueno, ahora la proyección de un gigante de la industria de estas características supone una amenaza y una agresión directa a un territorio, a nuestra comarca y un impacto que llega mucho más lejos en el caso de los consumos de agua y los vertidos. Estamos hablando de un área afectada que afectaría a todo el territorio gallego, una amenaza directa a nuestra forma de vida, empleos y al futuro de nuestras hijas", asegura Corredoira ante cuál podría ser el impacto de la fábrica en el pueblo.

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"Efectivamente, la comparativa es muy dolorosa, frente a un proyecto impuesto en un contacto social y político que era el que era y que tenía una oposición social que no logró paralizar el proyecto", relata Ana sobre la comparación con el desastre del Prestige en los años 60.

Una decisión tomada desde hace mucho tiempo

"Lo que no se concibe es que tantos años después nos enfrentemos a una amenaza de esta naturaleza, como vecina y ciudadana todos damos por supuestos que las administraciones están para velar por nuestros intereses y por nuestro bien común, pero la administración lejos de escuchar nuestros intereses nos impone por cuestiones políticas un monstruo que arruinará nuestras vidas", añade.

"Esta decisión está tomada desde hace mucho tiempo y no representa el modelo de industria sostenible", concluye Corredoira, resaltando que la lucha de miles de gallegos ha sido en vano.