La Casa Blanca, Gran Bazar
En un país normal a eso se le llamaría malversación de un bien público: la residencia del jefe del Estado, O incompatibilidad o conflicto de interés

Madrid
Va Donald Trump y monta un Gran Bazar en la Casa Blanca. Anuncia que se compra un par de coches Tesla, esos que fabrica su cuate Elon Musk, el tipo más rico del mundo y el peor vestido. Y los alaba. El ricachón salta y salta, aún más que su hijito, porque a ver si así levanta las ventas de su compañía, que ha perdido todo lo que ha ganado desde la victoria de Trump.
En un país normal a eso se le llamaría malversación de un bien público: la residencia del jefe del Estado. O incompatibilidad o conflicto de interés. En un Estado de derecho, si uno regala 200 millones a un candidato, y si el candidato, cuando es elegido, le devuelve el favor y promociona su producto privado, se les investiga a los dos: a uno, por presunto soborno; y al otro, por presunto cohecho, que es aceptar un soborno. Atención. Incluso si la Justicia lo pasa mal en EEUU, el mercado aún funciona. Y castiga.

Xavier Vidal-Folch
Periodista de 'EL PAÍS' donde firma columnas y colaborador habitual de la Cadena SER, donde publica...