El detalle de Raphinha con Lamine tras su exhibición en la primera parte ante el Benfica
El '19' del Barça firma una asistencia y un gol de escándalo en apenas 30 minutos de partido
Lamine Yamal y Raphinha celebran uno de los goles del Barça
Ya no sorprende, o no debería sorprender a nadie, lo de Lamine Yamal sobre un terreno de juego. Con el desparpajo y la calidad que se le presuponen, el canterano del Barça sigue tirando abajo puertas y porterías por igual, dejando un reguero de rivales sentados a su paso. Él es, por encima de cualquier otro, el gran responsable de que el Barça se marche al descanso 3-1 en su duelo de Champions frente al Benfica, gracias a un gol (y qué gol) y una asistencia para otro de los habituales esta temporada en el equipo de Flick, Raphinha.
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El extremo derecho del Barça tenía un escenario diferente esta noche en Montjuic porque, a diferencia de los anteriores duelos ante el Benfica, su banda no la defendía el joven talento español Álvaro Carreras, sino el sueco Samuel Dahl. El '19' se ha sentido claramente más cómodo e inspirado gracias a esta circunstancia y, desde sus botas, la creatividad del Barça no ha tardado en fluir. Antes de que se cumpliera el cuarto de hora, Lamine agarraba el balón en el centro del campo, sentaba a Florentino con dos recortes y le colocaba un balón preciso a Raphinha para que el brasileño anotara a placer en el segundo palo.
Ambos celebraban con un potente choque de pecho en el córner, para el júbilo de una grada de Montjuic absolutamente entregada a su equipo. La euforia se rebajaba apenas dos minutos después con el gol de córner de Otamendi, pero es que el show de Lamine sólo acababa de empezar. El '19' aún tenía su carta más potente, esa de las grandes noches, bien guardada en la manga. Por ello, en el 27' de partido y arrancando bien pegado a la línea derecha de cal, Lamine arrancaba su ya conocida pero igualmente imparable carrera hacia el interior.
Ante la escasa e insuficiente presión de un sólo jugador del Benfica, el lateral Dahl, Lamine se escoraba más allá del pico del área y enviaba un preciso y volado balón hacia la escuadra más alejada de Trubin. El portero, en palabras de Lluís Flaquer "hace más bonito el gol porque se viste de Superman, pero es igualmente incapaz de llegar". Este segundo tanto desataba de nuevo la locura de Montjuic y la de sus compañeros, que muy pronto hacían piña sobre él en el córner.
El otro goleador del partido, Raphinha, le felicitaba con el clásico gesto de 'limpiarle la bota' izquierda, esa misma que había generado semejante gol y que ponía por delante a los culés a la media hora de encuentro. El propio Raphinha iba a ampliar aún más las distancias con el 3-1 antes del descanso, anotando su 27º gol de la temporada entre todas las competiciones.
