'National Geographic' lo tiene claro: este es el pueblo más bonito de España para viajar en marzo
Ubicado en la Costa Brava, este rincón de Girona combina historia, arte y paisajes que han inspirado a grandes figuras de la cultura


Este antiguo pueblo pesquero, con su inconfundible arquitectura mediterránea y su legado artístico, se convierte en un destino ideal en primavera, cuando la afluencia turística es menor y su encanto bohemio se disfruta con tranquilidad. Es por esto que Cadaqués, la joya blanca de la Costa Brava, ha sido elegido por 'National Geographic' como el pueblo más bonito de España para viajar en marzo.
Un refugio de artistas y soñadores
Rodeado por las aguas cristalinas del Mediterráneo y protegido por la sierra de Rodes, Cadaqués ha cautivado durante décadas a escritores, pintores e intelectuales. Salvador Dalí lo consideraba como el pueblo más bonito del mundo. Sin embargo, no fue el único en caer ante su encanto. Figuras como Federico García Lorca, Pablo Picasso, Marcel Duchamp o Gabriel García Márquez encontraron aquí inspiración para su arte.

Salvador Dalí durante la grabación de un programa de televisión en Cadaqués, el 26 de enero de 1969. Getty Images.

Salvador Dalí durante la grabación de un programa de televisión en Cadaqués, el 26 de enero de 1969. Getty Images.
Las calles empedradas y las casas encaladas, con sus ventanas azules y balcones floridos, conforman un escenario que parece detenido en el tiempo, asegura National Geographic. La iglesia de Santa María, en lo alto del pueblo, es uno de sus emblemas, con un mirador que ofrece una vista espectacular de la bahía.
La esencia de la Costa Brava
Más allá de la ciudad, Cadaqués es la puerta de entrada al Parque Natural del Cap de Creus, un paisaje rocoso, salvada y casi lunar con calas escondidas y formaciones geológicas únicas. Este paisaje refuerza la sensación de estar en un lugar remoto, alejado del bullicio.


Otro de sus rincones imprescindibles es Portlligat, donde Salvador Dalí estableció su hogar y taller. La casa-museo, formada por un laberinto de habitaciones conectadas de forma orgánica, permite adentrarse en la mente del surrealista.
A pesar de su popularidad, Cadaqués mantiene su espíritu auténtico. En la Plaça des Portitxó, destacan joyas modernistas como la Casa Blaua, y en sus callejuelas pueden encontrarse pequeñas tiendas de artesanía y galerías de arte que reflejan su alma creativa.
En marzo, cuando la primavera comienza a despertar y el sol ilumina el blanco de sus fachadas, este rincón de Girona se convierte en el escenario perfecto para perderse sin prisas.