Crisis políticas y crisis democráticas
Joaquín Estefanía reflexiona sobre el estado de salud de la democracia en el mundo

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Madrid
Se acaba de publicar hace apenas unos días se ha publicado el último índice de la calidad de la democracia en el mundo, correspondiente a 2024, elaborado por la unidad de inteligencia del semanario The Economist. Un clásico desde hace 19 años.
En él se identifican dos grandes tendencias que nos interesan a los ciudadanos españoles. La primera, la general: la democracia pierde fuelle en el mundo, emboscada por eso que aunque sea provisionalmente denominamos nacional populismo: un tercio de la población mundial vive en regímenes autoritarios, y un 40% de los países son “democracias defectuosas”.
La segunda idea fuerza es la que corresponde a nuestro país. A pesar de las continuas hipérboles y con todos sus defectos, España se mantiene como uno de los 25 países que se consideran “democracias plenas”. En ellos escasamente vive el 7% de la población mundial total.
Una cosa es una crisis política y otra es una crisis democrática. Una cosa es un Gobierno con problemas y una mala oposición, y otra es una democracia en dificultades.
Una cosa es el ruido y la furia, y otra la realidad. La España de hoy podría decir como San Agustín: si me contemplo soy un pecador pero si me comparo soy un santo.

Joaquín Estefanía
Es periodista, exdirector del periódico 'EL PAÍS' donde sigue firmando columnas. También colabora en...