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Un equipo del CSIC en Tanzania cambia por completo la fecha en que aprendimos a fabricar herramientas con huesos: hace 1,5 millones de años

Han encontrado, en la Garganta de Olduvai, un conjunto de objetos que corresponden a huesos de hipopótamo y elefante que fueron tallados por Homo erectus "de forma sistemática". Los más antiguos hasta ahora tenían 1 millón de años menos

Herramientas óseas encontradas en Olduvai, Tanzania, fotografiadas en el Laboratorio de Arqueología del Pleistoceno del CSIC. Crédito: CSIC / César Hernández Regal

Herramientas óseas encontradas en Olduvai, Tanzania, fotografiadas en el Laboratorio de Arqueología del Pleistoceno del CSIC.Crédito: CSIC

Un grupo de Homo erectus camina, hace 1 millón y medio de años, por una zona pantanosa de lo que hoy es Tanzania. En una de las charcas encuentran el cadáver de un enorme hipopótamo. El animal ha debido de morir hace pocos días y su carne está todavía fresca. Se acercan con cuidado, lo examinan, lo huelen y lo tocan. Es comida con la que sobrevivir.

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Lo siguiente que hacen es nuevo. Uno de los humanos clava un objeto afilado en la dura piel del animal muerto. La carne cruje y se abre dejando al descubierto un jugoso manjar. Los otros le imitan y se llevan un gran botín. Pero todavía queda algo por extraer del cadáver. El fémur y el húmero del animal son dos de sus huesos más fuertes. Por medio de golpes y tirones, uno de los Homo erectus también los extrae. En los próximos días y meses los golpeará para afilarlos y convertirlos en objetos que tienen una punta punzante y cortante y otra que se puede agarrar y que hace las veces del mango de un cuchillo. Y no solo eso. También enseñará a otros a hacerlo y, pronto, la "tribu" tendrá 27 objetos muy parecidos para hacer lo mismo.

No es la primera vez que un grupo de seres como nosotros usa herramientas hechas con huesos. Pero hasta ahora lo hacían casi por casualidad. Encontraban un hueso afilado y lo usaban. Esta escena que hemos descrito es la primera vez en la que los humanos creamos herramientas de hueso de forma sistemática. El descubrimiento lo firma un equipo de investigadores liderado por el arqueólogo Ignacio de la Torre, del Instituto de Historia del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Herramientas óseas encontradas en Olduvai, fotografiadas en el Laboratorio de Arqueología del Pleistoceno del CSIC.Crédito: CSIC

Herramientas óseas encontradas en Olduvai, fotografiadas en el Laboratorio de Arqueología del Pleistoceno del CSIC. Crédito: CSIC / César Hernández Regal

Herramientas óseas encontradas en Olduvai, fotografiadas en el Laboratorio de Arqueología del Pleistoceno del CSIC.Crédito: CSIC

Herramientas óseas encontradas en Olduvai, fotografiadas en el Laboratorio de Arqueología del Pleistoceno del CSIC. Crédito: CSIC / César Hernández Regal

Un equipo internacional de más de 80 personas entre los que hay numerosos investigadores españoles que han trabajado varios años en la garganta de Olduvai, en Tanzania, una de las cunas de la humanidad. Se trata de, según De la Torre, de "la evidencia más antigua conocida de la fabricación sistemática de herramientas de hueso, datada en 1,5 millones de años". Este descubrimiento, publicado en la revista Nature, nos obliga a repensar lo que sabíamos sobre la evolución tecnológica de los homínidos en más de 1 millón de años.

Hasta ahora, la primera "producción sistemática de herramientas hechas de hueso, y totalmente moldeadas por tallado", es mucho más reciente, y procedente de yacimientos europeos que "solo" tienen entre 400.000 y 250.000 años.

Un hallazgo que reescribe la prehistoria

Hasta este estudio, la fabricación de herramientas con huesos de animales antes del Paleolítico medio era considerada por la mayoría de investigadores, explica de la Torre, "como un fenómeno esporádico y poco representativo de cómo crearon tecnologías los primeros homínidos". Antes de este hallazgo que obliga a repensarlo todo, creíamos que el empleo de herramientas de hueso con fines tecnológicos solo se había vuelto habitual para los humanos en el Pleistoceno Medio, aproximadamente hace 500.000 años.

Sin embargo, las pruebas obtenidas por este equipo en Olduvai sugieren que "los homínidos del Achelense temprano ya habían desarrollado un sistema de fabricación de herramientas óseas a gran escala", dice el estudio. Y además sugiere que esto fue importante para su alimentación y su evolución.

"Este descubrimiento nos lleva a repensar nuestra comprensión sobre la evolución tecnológica de los primeros homínidos", explica De la Torre. "Hasta ahora, pensábamos que la transición del Olduvayense al Achelense se había caracterizado sólo por las herramientas de piedra, como los bifaces", señala. "Sin embargo, nuestros datos demuestran que los homínidos también estaban experimentando con otros materiales y que las herramientas de hueso formaban parte de su repertorio tecnológico", asegura con orgullo.

Herramientas óseas encontradas en Olduvai, fotografiadas en el Laboratorio de Arqueología del Pleistoceno del CSIC.Crédito: CSIC

Herramientas óseas encontradas en Olduvai, fotografiadas en el Laboratorio de Arqueología del Pleistoceno del CSIC. Crédito: CSIC / César Hernández Regal

Herramientas óseas encontradas en Olduvai, fotografiadas en el Laboratorio de Arqueología del Pleistoceno del CSIC.Crédito: CSIC

Herramientas óseas encontradas en Olduvai, fotografiadas en el Laboratorio de Arqueología del Pleistoceno del CSIC. Crédito: CSIC / César Hernández Regal

El coautor de la publicación explica que "probablemente seres del género Homo empuñaron herramientas de hueso antes, pero eran herramientas creadas por casualidad, al romperse huesos de animales y quedarse en el suelo". Lo que documentan en su trabajo es diferente, dice: "un conjunto de herramientas de hueso producidas mediante una técnica de talla sistemática", es decir, aprendida entre distintos humanos a lo largo del tiempo, fruto de unos patrones recurrentes de trabajo.

Las herramientas que han encontrado están elaboradas principalmente a partir de fémures, tibias y húmeros de grandes mamíferos como hipopótamos y elefantes que probablemente murieron, como en la escena del inicio, atrapados en el pantano. La mayoría presentan "extracciones de lascas invasivas para dar forma al borde de la herramienta", dice el estudio. Y luego "una fase de retoque para regularizar los bordes". Además, las herramientas más grandes, elaboradas principalmente a partir de huesos de elefante, "muestran un patrón recurrente en el que se combinan un extremo puntiagudo con un extremo redondeado, lo que sugiere un diseño funcional intencionado".

Tenían una técnica para crearlas

"El nivel de planificación y estandarización que observamos en estas herramientas indica que no eran simplemente fragmentos óseos utilizados de forma fortuita, sino que fueron diseñadas y manufacturadas con un propósito específico", señala Luc Doyon, coautor del estudio.

Todas las herramientas "presentan un diseño estandarizado" y , como apuntan los autores, implican "una técnica compartida" y "un conocimiento anatómico del animal del que se han sacado".

Nos hablan, por tanto, de que ya éramos, hace 1,5 millones de años, "seres curiosos, que aprendían de su entorno y que eran capaces de enseñar y transmitir a otros las cosas que aprendíamos".

Hace 1,5 millones de años, en aquel pantano, "entendimos que algunos huesos del animal muerto se podían extraer y que nos podían ser útiles para el proceso de sacarles la carne", explica de la Torre.

Cuando le preguntamos si estos elementos cortantes y punzantes se usaban para cazar nos responde que "probablemente no, porque no se enmangaban, y se llevaban en la mano". Y nos deja esta pregunta: "¿tú te pondrías delante de un hipopótamo con un cuchillo?". Pues eso.

"Las encontramos en un paseo"

El autor principal de la investigación cuenta como se produjo el hallazgo. Un paseo. Pero no era, evidentemente, un paseo casual sino la revisión, tras el periodo de lluvias que hace aflorar nuevos restos, de una zona del yacimiento de Olduvai, en Tanzania, donde saben que hay fósiles. El punto concreto donde han encontrado estos artefactos, conocido como T69, está situado en el sector central de la garganta de Olduvai.

En ese paseo, el equipo vio aflorar algunos restos óseos que les pusieron a trabajar sin saber, todavía, lo que tenían entre manos. Excavaron siete trincheras entre 2015 y 2022, y encontraron 27 herramientas de hueso "con evidencias claras de talla intencional".

Implicaciones del estudio

La presencia de herramientas de hueso talladas y producidas de forma sistemática en este contexto sugiere que los homínidos estaban explorando nuevos materiales y técnicas en respuesta a las condiciones ambientales -el pantano- y a la disponibilidad de recursos -los animales que se quedaban varados-.

La fabricación de herramientas de huesos concretos requiere habilidades y conocimientos anatómicos específicos lo que podría implicar, asegura De la Torre, "la transmisión cultural de conocimientos técnicos dentro de los grupos de homínidos". La fabricación sistemática de herramientas de hueso implica que existía un proceso de aprendizaje y enseñanza dentro de estos grupos, lo que es un indicio de complejidad cognitiva y -sobre todo de organización social. El descubrimiento de estas herramientas de hueso en Olduvai por parte de un equipo español representa un cambio de paradigma y la frase con la que se despide De la torre es fascinante: "Este es solo el comienzo de un nuevo capítulo en la investigación sobre la evolución cultural de nuestros ancestros".

Javier Ruiz Martínez

Javier Ruiz Martínez

Redactor de temas de sociedad, ciencia e innovación en la SER. Trabajo en el mejor trabajo del mundo:...

 

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