Nueve meses de sanción para el entrenador del Lyon por darle un cabezazo a un árbitro
Paulo Fonseca no podrá volver a pisar los vestuarios hasta septiembre tras intimidar a un árbitro en la pasada jornada

Paulo Fonseca golpea al árbitro con la cabeza durante el Lyon-Brest

El entrenador del Olympique de Lyon, Paulo Fonseca, ha sido sancionado con nueve meses de inhabilitación por la Comisión de Disciplina de la LFP después de "intimidar" al árbitro del partido de este pasado fin de semana frente al Brest. Se trata de una sanción sin precedentes en el fútbol francés que, además, le impide bajar a los vestuarios de su equipo hasta el día 15 de septiembre de este año, después de golpear con la cabeza al colegiado de dicho encuentro, Benoît Millot, al ir a protestar una de sus decisiones.
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Por esta sanción, el técnico portugués no podrá cumplir ninguna de sus funciones oficiales hasta el 30 de noviembre de 2025, teniendo prohibido el acceso "antes, durante y después del partido a la línea de banda y a los vestuarios de los jugadores". La decisión de la Comisión de Disciplina, tomada este miércoles tras una reunión con el propio Fonseca para que este pudiera presentar alegaciones, detalla expresamente que el técnico no podrá pisar ninguno de los espacios de los vestuarios o sus alrededores hasta el 15 de septiembre: "Esta suspensión irá acompañada, antes, durante y después del partido, de la prohibición de acceder a los vestuarios de los jugadores, al terreno de juego, al túnel y a todos los pasillos que conducen a las zonas mencionadas”.
Durante el partido de la Ligue 1 de este pasado fin de semana entre el Lyon y el Brest (2-1 para los locales), Paulo Fonseca reaccionó de manera desproporcionada contra el colegiado del partido, el francés Benoît Millot. Mientras el árbitro se acercaba al monitor para revisar una jugada en el VAR, el portugués salió corriendo hacia él, se encaró con él y estuvo a punto de propinarle un cabezazo en el ímpetu de su protesta, recibiendo inmediatamente la tarjeta roja por ello. Fueron sus propios jugadores los que tuvieron que separarlo del colegiado para evitar que el incidente fuera a mayores, pero el daño ya estaba hecho y la sanción ha sido ejemplar.