La heroica desde la línea de tiro libre: Kyrie Irving volvió a pista lesionado y entre lágrimas para cumplir con su último cometido

Los presentes en el American Airlines Center de Dallas este lunes se dejaron las palmas de las manos reconociendo el valor de la estrella local de los Mavericks Kyrie Irving. El base estadounidense recibió un durísimo varapalo al caer lesionado de la rodilla en el primer cuarto del partido ante los Sacramento Kings tras un mal apoyo. Sus gestos de dolor a pie de pista mostraban a las claras que no podría continuar jugando, como posteriormente ratificaron los servicios médicos. Y aunque su estado físico era incompatible con participar siquiera un segundo más compitiendo, sacó fuerzas de flaqueza para tener una despedida digna de la merecidísima ovación con la que se despidió de su público.

Trataba Irving de liderar un ataque fugaz de los Mavericks penetrando en velocidad cuando se topó por el camino con el achique de Jonas Valanciunas. No dudó el colegiado en señalar una clara falta, pero Irving, desestabilizado, buscó canasta en busca de un 2+1 para su equipo. Pero el riesgo salió caro. Un mal apoyo desembocó en una lesión de rodilla que dejó al '11' lamentándose en el suelo desde el primer instante.

Sus compañeros acudieron en tromba a preocuparse por su estado antes de que recibiese atención médica. Y aunque las primeras exploraciones constataron la existencia de un esguince de rodilla, Irving todavía asumió una última misión por cumplir. Empapado de lágrimas y sabedor de que acababa de padecer una lesión que le haría perderse varias semanas de competición en la NBA, dejó una de las imágenes de la temporada. Volvió a la cancha con ayuda de miembros de su 'staff', que lo dejaron plantado justo en la línea de tiro libre para que cumpliese con su último cometido.

Y es que después de haber sufrido la falta, el jugador todavía tenía pendiente los dos lanzamientos de tiro libre correspondientes a dicha acción. Para colmo, tirando de épica, un heroico Kyrie Irving cerró su participación encestando los dos tiros libres, cerrando una despedida por todo lo alto pese a su evidente cojera.

Peores noticias se confirmaron tras haber pasado la noche en reposo. Los servicios médicos de los Mavericks ofrecieron un diagnóstico mucho peor que el del esguince: una rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda. Sus lanzamientos, por tanto, fueron con total seguridad su última intervención en esta temporada.

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Aun así, de poco sirvieron estos dos puntos para el cómputo general del resultado. Para la familia de los Dallas Mavericks no fue una jornada para sacar pecho especialmente con el equipo, que sufrió una contundente derrota (98-122). El resultado, eso sí, se vio eclipsado por este alarde de valentía de Irving.