La especulación inmobiliaria inhumana: cerrar una residencia de ancianos en tan solo 20 días

Barcelona

La imagen impacta a cualquiera. Familiares acompañando a ancianos y ancianas con movilidad reducida, cargados con maletas y bolsas de pañales. Buscan un taxi adaptado o van al parking a buscar su coche porque nadie les ha facilitado el traslado. Es lo primero que nos cuentan. Lo segundo es que supieron que la residencia Taber en la Gran Vía de Barcelona cerraba sus puertas definitivamente el 28 de febrero. El correo electrónico con el aviso era del 7 de febrero. Tan solo 21 días para reaccionar. Afortunadamente la mayoría de residentes tenían plazas concertadas y la Generalitat ha conseguido realojarlos en otros centros de la ciudad. Pero ese cambio es un gran impacto para personas que ya presentan deterioro cognitivo como es el caso de Pepita, de 86 años, la madre de Inma que nos atiende antes de subir a recogerla. "Ella se desorienta habitualmente y ahora será volver otra vez a las lágrimas cuando se despierte sin saber dónde está" además de la pérdida de relaciones que en este momento de su vida es tan importante "perderá las amigas con las que juega al domino" que para ella era una ilusión cada día, nos dice. Ella no lleva nada porque el día antes ya había dejado las maletas en la residencia. Insiste en que van a protestar de alguna manera porque si le han hecho esto a ellos, irán a por todas las residencias que están en el centro de Barcelona. Lo mínimo sería garantizar el traslado de personas que tienen la gran mayoría movilidad reducida. "Tan solo lo facilitan cuando la persona no puede levantarse de la cama". Ella va a pedir una silla de ruedas prestada porque aunque su madre se desplaza de la habitación al baño, no puede caminar mucho más. Otra pareja muy joven empuja una silla de ruedas con una anciana muy delgada, la cabeza le cuelga "es mi madre" nos dice este chico con una mochila cargada a la espalda, y los pañales colgados de uno de los puños de la silla. Su novia le sigue con maleta y bolsas de plástico. "Tiene tan solo 65 años y una gran discapacidad por un alzheimer muy avanzado". La terrible paradoja es el cartel que cuelga del andamio que ya cubre el edificio. Pone "Liquidacions", liquidaciones. Se refiere a la tienda de muebles que hay en los bajos, pero nos remite a pensar en qué estamos liquidando en nuestra sociedad. La vida vecinal, el cuidado de los que más nos necesitan... Hasta dónde llegará la crueldad antes de alcanzarnos a todos.

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Me revienta tener que dormir en el aeropuerto

Le llamaremos Hassan, porque no quiere que se publique su nombre. Es la condición que me pone para enseñarme dónde ha dormido las últimas noches, desde que los mossos d'esquadra desalojaron la Terminal 1 del aeropuerto de El Prat. Se avergüenza de tener que vivir así en la calle y durmiendo en el aeropuerto donde encuentra un poco de seguridad, tranquilidad y sobre todo ahora un refugio del frío. Mientras me lleva al parking me cuenta que lleva un año durmiendo allí, no tiene trabajo y el alquiler es inasequible por dinero y condiciones para un inmigrante como él. Es pintor pero busca trabajo de lo que sea. Abre una puerta de una de las salidas de emergencia del parking y me muestra un rellano que es su dormitorio ahora que no le dejan estar en el recinto de la T1. Como la mayoría de los desalojados asocian esta medida tan drástica por la celebración del Mobile World Congress en Barcelona la semana que viene. Desde AENA niegan esta coincidencia. Desde Arrels Fundació, que trabaja con y por las personas sin hogar, denuncian que se haya ejecutado este desalojo sin un trabajo previo para ofrecer un lugar donde pasar la noche, no se ha comunicado para poderles atender de alguna manera, denuncia Beatriz Fernández, su directora.

Hay más de un centenar de personas van a dormir al aeropuerto de Barcelona, igual que pasa en otras ciudades como Madrid, Málaga o Palma. La atención de las personas sin hogar corresponde a los ayuntamientos, pero en este caso de El Prat, por ser un número considerable y muchos tienen vinculación con Barcelona se creo un convenio entre los dos municipios y la Generalitat de Catalunya. Ese convenio lleva sin renovarser desde enero de 2024.