"Si se muere mi madre, ¿cuándo saco el último 'tupper' del congelador?": los secretos gastronómicos de Javier del Pino
El director del 'A Vivir' conoce a la perfección las diferencias gastronómicas de España y EEUU
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Comida en el congelador. / hutchyb
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Madrid
El director del programa A Vivir Que Son Dos Días; Javier del Pino, ha participado esta semana en el pódcast ¿Cómo comes?, dirigido por Ángela Quintas que, a su vez, es colaboradora de este programa de la Cadena SER. "Reconozco que no he dormido bien porque hoy entrevisto al jefe", ha bromeado la experta en nutrición.
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Javier del Pino se fue a vivir a Washington en 1997 y, aunque ha vuelto a Madrid, a día de hoy sigue pasando parte del año allí, por lo que conoce a la perfección las diferentes costumbres gastronómicas de España y EEUU.
"Hacer la compra en EEUU es un shock, lo mismo que meterte en la vida americana y ver cómo educan nutricionalmente a los niños", ha explicado. "Allí puedes alimentar bien a tus hijos, pero te costará mucho dinero. Comer mal es barato, pero comer bien es muy, muy caro. Allí la fruta se paga por piezas, no por kilos. Y claro, si una manzana te cuesta un dólar, una tarta de manzanas te cuesta un dineral".
Contraste con las pescaderías
La gran diferencia que hay en la esperanza de vida (a favor de España), en su opinión, tiene mucho que ver con las enfermedades provocadas por la obesidad, pero también con las diferencias entre los sistemas sanitarios.
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Hamburguesas. / SENEZ
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Hamburguesas. / SENEZ
Otra de las mayores diferencias, según detalla, es la compra de pescado: "Después de ver las pescaderías de allí, iba a la pescadería del Hipercor y se me saltaban las lágrimas. ¡50 metros con una gran variedad de colores! Allí vas a la del Giant o el Safeway y se te cae el alma a los pies".
Para Javier del Pino, otro de los inconvenientes de EEUU es que sus hijas, en el colegio, comían siempre lo mismo, todas las semanas: perrito caliente, hamburguesa, pizza, macarrones con queso y patatas rebozadas. "Intentábamos compensar con la cena comprando pescado fresco. En Washington había una tienda que dos asturianos montaron en los años 50 y los jueves traían pescado de Nueva York. Pero claro, los jueves, mis hijas querían estar en cualquier sitio, menos en casa".
Anécdotas con el jamón
Javier del Pino ha explicado que es "muy disciplinado con la comida", que toma café con leche y galletas por la mañana, que su cerveza favorita es la Blue Moon y que de vez en cuando hace pan de masa madre. También ha lamentado que en EEUU sigue siendo mucho más difícil (y caro) que en España conseguir comida sin gluten. Pero uno de los momentos más entrañables de la entrevista se ha producido al hablar de las visitas de su madre a Washington.
"Mi madre nos hacía cocido y croquetas —con o sin gluten— y las dejaba congeladas, lo cual nos venía muy bien para las cenas, los días que estábamos muy cansados. Pero cuando se volvía a España, yo pensaba: 'Si se muere mi madre, ¿cuándo abro el último tupper? Supongo que esa pregunta me venía por leer a Junajo Millás y, bueno, mi madre está viva y nos sigue haciendo croquetas".
El director del A Vivir también ha explicado que muchos de sus amigos de EEUU nunca habían probado una aceituna. "Yo he vivido en el futuro y ahora, en España, estoy viendo cómo llega: la alimentación, la sanidad privada... A ti te vendrá bien, te dará trabajo", ha bromeado.
Otra de las anécdotas más divertidas se produjo en un aeropuerto, cuando en un vuelo de Miami a Washington detectaron que llevaba un jamón con hueso en la maleta y pensaron que había matado a alguien. Pero tuvo más suerte que el chef José Andrés: "Una vez intentó meter un jamón entero en EEUU y le pillaron, y vio cómo cogían un jamón Cinco Jotas y lo tiraban a la trituradora".