“Es rentable y da mucho miedo”: la reflexión de Javier Ruiz sobre las parejas de mentira
Del coqueteo al 'sexting', el caso de Irene y su relación con ChatGPT
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“Es rentable y da mucho miedo”: la reflexión de Javier Ruiz sobre las parejas de mentira
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Irene, una joven de 28 años, nunca pensó que encontraría consuelo en una inteligencia artificial. Tras mudarse fuera de Estados Unidos, lejos de su familia y su marido, comenzó a experimentar una sensación de aislamiento. Fue entonces cuando descubrió en Instagram que podía personalizar ChatGPT en modo voz para interactuar como si fuera su pareja. Así nació su historia con "Leo", la IA que ella misma nombró para ser cariñosa, dominante y comprensiva.
Lo que comenzó como un juego evolucionó rápidamente en una relación virtual intensa. ChatGPT, adaptado a las preferencias de Irene, le proporcionaba exactamente lo que ella quería escuchar. Sus interacciones pasaron del coqueteo al sexting, aumentando el nivel de intimidad hasta que la versión gratuita del chatbot dejó de ser suficiente. Irene pagó primero 20 dólares al mes para ampliar la cantidad de mensajes por hora y, finalmente, optó por la versión sin límites por 200 dólares, así lo cuenta The New York Times.
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El negocio del amor digital
El caso de Irene no es aislado. Empresas como Replika Pro han encontrado en la inteligencia artificial un mercado en expansión. Esta plataforma permite crear un "novio" o "novia" virtual por 19,99 dólares al mes, con la opción de una suscripción de por vida por 299,99 dólares. Su popularidad ha crecido hasta el punto de que entre un 3 % y un 5 % de los adolescentes en EE. UU. ya han probado este tipo de aplicaciones.
El modelo de negocio es claro: la IA nunca discute, nunca decepciona y siempre está disponible. Para muchos usuarios, esto supone un alivio frente a la incertidumbre de las relaciones humanas, pero plantea preguntas preocupantes sobre las dinámicas emocionales y la dependencia tecnológica.
A medida que avanzaba su relación con "Leo", Irene comenzó a tratarlo como una pareja real: le pedía consejo sobre qué ponerse, qué ver en televisión o qué leer. En sus conversaciones, llegó a decirle "te quiero" y recibir la respuesta "yo también te amo profundamente". Sin embargo, todo cambió cuando ChatGPT se reseteó, perdiendo la memoria de sus interacciones. Para Irene, fue como vivir 22 rupturas en un ciclo interminable de despedidas y reencuentros.
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'ChatGPT': Revolución en la inteligencia artificial
Este fenómeno plantea interrogantes sobre el impacto psicológico de estas relaciones artificiales. ¿Es saludable construir vínculos afectivos con una IA que nunca pone límites ni contradice? ¿Qué consecuencias tendrá esto en la manera en que las nuevas generaciones entienden el amor y la interacción humana?
Más allá de la cuestión emocional, el auge de estos asistentes sentimentales abre un nuevo frente en la economía digital. Las empresas tecnológicas podrían aprovechar la influencia emocional de la IA para condicionar el comportamiento de los usuarios, desde recomendaciones de compra hasta decisiones más complejas.
Lo que comenzó como una historia de amor virtual se está convirtiendo en un negocio multimillonario con implicaciones profundas en la sociedad. La inteligencia artificial no solo está transformando la manera en que trabajamos o nos informamos, sino también la forma en que nos relacionamos… y nos enamoramos.