Tres partidos anuncian un acuerdo para gobernar Austria en coalición y dejan fuera a la extrema derecha
A pesar de que los ultras ganaron en las elecciones celebradas en septiembre, conservadores, socialdemócratas y liberales acuerdan un cordón sanitario y la formación de un gobierno con una composición nunca vista en el país
Manifestantes contra la extrema derecha en una concentración en Viena / Christian Bruna
Cinco meses después de las elecciones en las que el más votado fue Herbert Kickl, un político al que le gusta que le llamen con los apelativos con los que los simpatizantes de Hitler se dirigían al dictador alemán, finalmente habrá un cordon sanitario contra los ultras en Austria. Los conservadores del ÖVP, los socialdemócratas del SPÖ y los liberales de NEOS han anunciado este jueves un acuerdo para u gobierno de coalición inédito en la historia del país del que se quedará fuera la extrema derecha.
El pacto llega después de meses de negociaciones y de que el presidente del país diera orden a dos candidatos diferentes para formar gobierno. La primera vez se lo encargó a los conservadores después de comprobar que nadie quería pactar con Kickl. Aquella ronda fracasó y el presidente decidió pasar el encargo al partido más votado. En este segundo intento, extremistas y conservadores tampoco llegaron a un acuerdo para el reparto de ministerios.
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Al final, a la tercera va la vencida y el país tendrá un gobierno inédito en el que además la fuerza más votada, el FPÖ, de carácter xenófobo y euroescéptico, no tendrá presencia. El canciller será el líder del ÖVP, Christian Stocker, y todos los partidos del tripartito tendrán ministerios a su cargo.
Endurecimiento de la política migratoria
El programa de gobierno que han presentado los tres partidos incluye algunas medidas para endurecer la política migratoria como la detención inmediata de los procesos de reunificación familiar. También se va a instaurar un programa de integración obligatorio para los refugiados y se prohibirá a las adolescentes y niñas llevar velo.
Quien viva entre nosotros deberá interiorizar nuestros valores
— Christian Stocker, ÖVP
El pacto aún debe pasar por el visto bueno de las bases de NEOS, que votarán el domingo, y si no hay sorpresas el nuevo gobierno se pondrá en marcha a partir del próximo lunes. El líder del FPÖ, Herbert Kickl, ha cargado contra los conservadores del ÖVP, a quienes acusa de no haber querido negociar nunca en serio para que hubiera un gobierno de derechas: "La coalición de perdedores se ha preparado a nuestras espaldas y, sobre todo, a espaldas del pueblo austriaco", ha dicho el líder ultra, quien ha pedido una nueva convocatoria de elecciones.
Voluntad de diálogo
Stocker ha comparecido junto a los dirigentes del SPÖ y de NEOS para presentar el acuerdo después de lo que ha calificado como "las negociaciones para formar gobierno más difíciles de la historia". Según el líder conservador, los tres partidos han partido de la base de "un dicho muy austriaco: el diálogo une a la gente", frente a quienes, en referencia a los ultraderechistas, según él no han querido negociar con voluntad de pacto.
"El mayor progreso de Austria se ha producido a partir del consenso", ha recalcado el futuro canciller, "mientras otros se han negado a cooperar y han eludido su responsabilidad, otros hemos ido más allá de los intereses partidistas y de las trincheras". Para el líder de los socialdemócratas, Andreas Babler, el acuerdo es comparable a los años posteriores a la II Guerra Mundial cuando conservadores, socialistas y comunistas coincidieron en el gobierno para impulsar la reconstrucción del país.
Antonio Martín
Redactor de la sección de Internacional. Se incorporó a la Cadena SER en 2005 y desde entonces ha formado...
