Maruja Torres, sin pelos en la lengua contra Mazón por el "síndrome" que ha dejado en la sociedad
Todo hace suponer que el pequeño e insignificante Carlos Mazón, que no llegaría a merecer ni un cuento corto, piensa pasarse el resto de mi vida escaqueándose de sus responsabilidades y, lo más grave, durmiendo bien por las noches

Maruja Torres: "Mazón el escurridizo"
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También yo, como Luís García Montero aconsejaba aquí ayer, me refugio en las satisfacciones cercanas, pero no puedo en estos desvergonzados días esquivar la lesión Mazónica, vamos a llamarlo Síndrome de Mazón, que es como la cagarruta que corona la pirámide de excrementos que venimos soportando.
Se trata de una nueva inquietud de la mente, de una herida moral. Mazón el escurridizo ofrece una imagen de lo que no debe ser una persona. Este señor desprovisto de grandeza y de dolor, y al parecer de conciencia, es lo más opuesto a Lord Jim, el personaje de Joseph Conrad en la novela del mismo título, que os recomiendo leer o releer. Jim, siendo joven oficial en una nave, no se lanzó al mar para salvar a los pasajeros cuando se produjo un naufragio, y pasa el resto de su vida y hasta su muerte intentando compensar aquel instante de cobardía.
Todo hace suponer que el pequeño e insignificante Carlos Mazón, que no llegaría a merecer ni un cuento corto, piensa pasarse el resto de mi vida escaqueándose de sus responsabilidades y, lo más grave, durmiendo bien por las noches. También yo me refugio en las cosas pequeñas. Ayer, por ejemplo, saliendo del gimnasio, me crucé con una pareja que llevaba sendos gatitos en sus brazos, de vuelta del veterinario del barrio. Sonreí y el hombre se dio cuenta y me devolvió la sonrisa. Pero en cuanto los perdí me vino a la memoria la escena de Novecento en la que Donald Sutherland, ejerciendo de fascista, estampa un gato contra la pared. Es el Síndrome, sin duda.

Maruja Torres
María Dolores Torres Manzanera (Barcelona, 16 de marzo de 1943), más conocida como Maruja Torres, es...