Que el president Mazón deje de tomarnos el pelo

De Valencia a Madrid hay 356 kilómetros. Los que recorrió exactamente el president de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón, para detallar por primera vez las llamadas que dice que hizo la trágica tarde de la DANA.

En Valencia, esta información se la había pedido la oposición, en les Corts Valencianes, por activa y por pasiva, del derecho y del revés, y no hubo manera. Que no la tenía, que el operador telefónico no se la facilitaba... Tuvo que plantarse en Madrid, en un desayuno informativo, para leer de viva voz la lista de personas a las que llamó mientras Valencia se inundaba y mientras morían más de dos centenares de personas.

Y la leyó con condescendencia, atendiendo a la pesadez de los que llevan casi cuatro meses pidiéndosela. La leyó, pero no mostró ningún documento, ninguna prueba de lo que decía, y lo que es peor sin sonrojarse al contar que la primera llamada la hizo a las 17:37 (cinco y treinta y siete minutos de la tarde). Cuando ya había pueblos anegados y personas arrastradas por las corrientes, cuando ya se había pedido la activación de la UME. Entre las llamadas no hay ninguna a los alcaldes de las poblaciones más afectadas y siguió llamando a la entonces consejera de interior, Salomé Pradas, a las siete y cuarenta y tres de la tarde, cuando teóricamente Mazón, o eso se nos ha dicho siempre, ya había llegado al CECOPI y teóricamente los dos estaban juntos.

Que el president Mazón deje de tomarnos el pelo, pero que no se lo tome, sobre todo, a las víctimas y a sus familias. El president de la Generalitat valenciana intenta reescribir una historia que los valencianos conocen perfectamente, pero se fue a Madrid a reescribirla. En Valencia ya no se lo permiten, en Valencia apenas puede pisar la calle.

En Madrid le aplaudieron su versión, la que le exculpa de todo y la que culpa al Gobierno central, le aplaudieron los que asistieron a su desayuno, que no fueron todos. Feijóo estaba en una entrevista televisada y Ayuso en paradero desconocido. Tuvo que conformarse con que lo presentara el alcalde de Madrid.

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Mazón no estuvo en el único sitio donde tenía que estar esa tarde del 29 de octubre, y puede reescribir la historia como él quiera, pero cada vez es más evidente que su situación es insostenible y que todavía siga en el cargo también tiene un responsable, el máximo líder de su partido, Alberto Núñez Feijóo al que ayer, casualmente, una entrevista le evitó la foto más incómoda.

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