Del gasto en defensa al ajuste fiscal: los retos económicos de la nueva coalición alemana y su impacto en España

Madrid

Soplan nuevos vientos para la economía alemana. De concretarse la coalición entre la CDU y el SPD, parece claro que abrirán la puerta a flexibilizar una de las normas fiscales que ha marcado el rumbo de las cuentas del país desde 2009: la Schuldenbremse o "freno de la deuda".

Si el cambio sale adelante, Alemania pondría fin a la austeridad: cancelaría el límite al endeudamiento que regía hasta ahora y se colocaría en la órbita de sus socios europeos. Tras la crisis de 2008 y especialmente después del COVID, la mayoría de países, incluido España, optó por impulsar el gasto público hasta convertirlo en uno de los grandes motores de sus economías. Alemania no lo hizo y su resultado es más que notable: acumula dos años consecutivos en recesión. Desde 2019, la economía del país ha crecido un 0,1%, la de la Unión Europea un 4,5%; y la de Estados Unidos un 11,5%.

"Alemania ha perdido competitividad en los últimos años. China y el proteccionismo de Estados Unidos le tocan directamente y su modelo económico requiere una reflexión profunda. Las reformas estructurales como el fin de la austeridad ayudarán a que la economía pueda tener un crecimiento más holgado", ha explicado en Hora 25 de los Negocios la economista jefe de Analistas Financieros Internacionales (AFI), María Romero.

Con este escenario, parece evidente que el impulso de gasto alemán tendrá un impacto directo en el ritmo de crecimiento y la balanza comercial de sus socios y del conjunto de la eurozona.

Puntos de fricción en la nueva coalición: defensa, energía y fiscalidad

El cambio de modelo tiene retos por delante para socialdemócratas y conservadores. El primero, a quién y cuánto se suben impuestos para financiar el aumento de gasto. Los partidos que conformarán la coalición tendrán que negociar: la CDU apuesta por subir la tributación a la clase media y reducir el impuesto de sociedades del 30% al 25%, pero los socialdemócratas no parecen estar dispuestos ceder.

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Otro de los elementos de disputa será el aumento de gasto en defensa. Para conseguir elevarlo hasta el 3% del PIB, la CDU tiene que convencer a la izquierda y a los verdes. Ambos partidos han mostrado su desacuerdo porque temen que incrementar el presupuesto en seguridad termine provocando la reducción en partidas de gasto social.

Y por último, otro de los escollos estará en la política energética. Mientras el SPD defiende una apuesta clara por las energías renovables, el futuro presidente del país, Friedrich Merz, ha repetido en campaña que "no se puede prescindir de la energía nuclear" porque es una "opción necesaria" para la transición verde. Los tres puntos impactarán en la política europea y en las cuentas de los países miembro.