Ciudadanos ejemplares
"No sé hacer nada, pero carezco de antecedentes penales, mantengo todos los puntos en el carné de conducir, no escribo tuits y saludo a los vecinos"
Jorge Luis Borges nunca ganó el Nobel de Literatura. En 1967 no se lo dieron por elitista. En 1976 no se lo dieron por facha. Y así fueron pasando los años. En resumen, uno de los grandes de la literatura mundial se quedó sin premio porque no caía simpático al jurado.
Vinicius José Paixao de Oliveira Junior no ganó el último Balón de Oro. Resulta que el premio habla del balón, pero los 99 miembros del jurado han de valorar también la urbanidad sobre el césped. Y ahí Vinicius falla bastante. El Balón de Oro se lo llevó un futbolista español, Rodrigo Hernández Cascante, Rodri, gran centrocampista con excelentes modales.
En un par de semanas se celebra la fiesta de los Óscar. Estarán enterados de que Karla Sofía Gascón, una actriz trans española premiada en el último Festival de Cannes, parecía favorita hasta hace poco. Pero resulta que había publicado unos tuits, o como se llame eso que se perpetra en la red ahora conocida como X, de muy mal gusto. En fin, tampoco eran esas barbaridades tan abundantes en las redes: se trataba más bien de comentarios de bar con la tercera copa en la mano. Y los productores de la película “Emilia Pérez” le negaron el pan y la sal. No quieren ni llevarla a la ceremonia.
Parece claro que en esto de los premios cada día se da más importancia al buen comportamiento. Se reconoce el talento, sí, pero sólo si va acompañado de educación, modales y sensatez. Estoy a favor. De hecho, planteo una modesta sugerencia: que se unifiquen los Nobel, los Óscar, los Balones y demás galardones de prestigio en un único premio al Ciudadano Ejemplar con distintas categorías de cine, literatura, física, fútbol, encaje de bolillos o lo que convenga.
Espero que el jurado de ese futuro premio me tenga en cuenta. No sé hacer nada, pero carezco de antecedentes penales, mantengo todos los puntos en el carné de conducir, no escribo tuits y saludo a los vecinos.
Me llamo Enric González. Les insto a que se porten bien, porque nunca se sabe.
