La anécdota más surrealista de Dani Rovira que demuestra hasta dónde llegó su fama tras el éxito de ‘Ocho apellidos vascos’

Madrid

Dani Rovira ha acudido una vez más a la Cadena SER para promocionar Vale la pena. Un nuevo espectáculo, que se está llevando a cabo actualmente en el Teatro La Latina (Madrid), con el que el actor andaluz quiere demostrar que "de lo malo, de lo oscuro, de lo doloroso y de lo inapetente, también hay que sacar un aprendizaje". Un show en el que hay tiempo para la comedia más absoluta, pero también para emocionarse junto a un monologuista que ha hecho catarsis con su propia vida para mostrar sus entrañas: "No soy, ni de lejos, el cómico más gracioso de este país, ni el que escribe las mejores líneas, pero una cosa sí que tengo, y es que lo que digo es de una honestidad brutal".

Pero como viene siendo habitual en cada una de sus visitas al programa de Javier del Pino, ha habido tiempo para charlar sobre muchos otros temas más. A lo largo de esta entrevista se ha hablado acerca de una trayectoria repleta de éxitos. Desde sus primeros pinitos en el mundo de la comedia, en los que recorrió las salas de todo el país, hasta su salto al estrellato con la película Ocho Apellidos Vascos.

Un par de metros cruciales

Una incursión que no le salió para nada mal. A pesar de que era su debut en la gran pantalla, y que no estaba acostumbrado al mundo de la interpretación, el malagueño superó la prueba con buena nota. De hecho, acabó siendo galardonado por la Academia del cine con el Premio Goya al mejor actor revelación por su buen hacer frente a las cámaras. A partir de ese preciso instante, y gracias al éxito de la película, Dani Rovira se convirtió en uno de los rostros más famosos a nivel estatal. ¿Alguna vez te has preguntado hasta dónde llegaba su fama?

El actor ha reconocido que le llegó a abrumar bastante, pero lo que han contado este fin de semana en el A Vivir nunca había salido a la luz. Después de hablar acerca del salto a la fama de Dani Rovira, Javier del Pino ha recordado una anécdota cuanto menos surrealista que protagonizaron ambos en el año 2013: "Yo recuerdo un día, cuando viniste a la radio después del éxito de Ocho apellidos vascos, que tenías que llegar hasta la moto que estaba aparcada en la esquina de la calle.

"Como Javier Bardem y Espinete"

A pesar de que tan solo le separaban unos metros hasta su destino, Dani Rovira le pidió ayuda a Javier del Pino para evitar el colapso de la calle. Tras aceptar su propuesta, el director del A Vivir bajó junto a su invitado en el ascensor mientras este se iba poniendo el casco. Todo ello con el objetivo de despistar a la gente y evitar que descubrieran su identidad: "La moto estaba aparcada en la esquina y ya te ibas poniendo el casco en el ascensor de la SER. Recuerdo que a veces nos decías que bajáramos contigo para que la gente no te pidiera fotos".

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Y fue gracias a esta estrategia con la que conseguía sortear ligeramente el peso de ser la persona más famosa del país. En ese momento, Llum Barrera ha explicado que por aquel entonces era imposible ir con Dani Rovira a cualquier sitio: "Era como ir con Javier Bardem, Le paraban todo el rato y es un agobio que no se sabe manejar". Mientras tanto, Dani Rovira ha preferido comprarse con otro personaje muy reconocido en nuestro país como Espinete. Por suerte esa etapa ya pasó y no tiene que vivir este tipo de situaciones tan extremas.