Xavier Vidal-Folch: "Europa está a las duras en Ucrania y tiene que estar también a las maduras"

Madrid

Europa está a las duras en Ucrania. Y por tanto tiene que estar también a las maduras. Este es el mensaje central de la cumbre informal de París. El primer signo de fortaleza, de unidad y de voluntad decidida de los europeos de intervenir en las negociaciones de alto el fuego, para conseguir una paz justa tras tres años de guerra.

Han acudido todos los grandes países. Y además la pequeña Dinamarca, como símbolo de que Groenlandia es europea, y el Reino Unido, como muestra de que no ha dejado de serlo del todo. También los dirigentes de las dos grandes instituciones europeas: el Consejo y la Comisión. Y el secretario general de lo que queda de la OTAN. Es mucha potencia política. Y relevante a la hora de fraguar una muy probable coalición de “voluntarios”.

Al Kremlin le molesta. Dice que Europa “no pinta nada” en ninguna conversación “porque quiere que la guerra continúe”. Cree el invasor que todos agreden. No importa. Europa pinta porque se enfrenta al dictador ruso con sanciones; renuncia a su energía barata; apoya a la resistencia diplomática y políticamente; ha admitido a Ucrania como candidata a entrar en la Unión Europea… y es el primer contribuyente en ayuda total, civil y militar. En total, a lo largo de tres años, los europeos han comprometido 132.000 millones de euros para Ucrania; EEUU, algo menos, 114.000 millones. Son cifras muy contrastadas del Instituto de Kiel, muy cuidadoso a la hora de sumar y restar. Claro que Donald Trump también trastoca esta realidad: triplica su cifra. A ver si arranca a los invadidos que le regalen sus “materias raras”, necesarias para las nuevas tecnologías, un enfoque extractivo y miserable. Muchas veces es peor la traición que el enfrentamiento directo.