Le Dauphiné Libéré

Madrid

Ahora a los delfines que vivían en cautividad en un sitio han decidido llevárselos a vivir en cautividad en otro: un gran paso para la humanidad. Resulta que, como todos esos delfines han nacido en zoos y aquariums, soltarlos en mitad del océano sería peligroso para ellos. Volvemos al viejo debate entre seguridad y libertad, que Lenin quiso zanjar hace un siglo cuando, en presencia del socialista Fernando de los Ríos, exclamó aquello de “¿libertad para qué?”

No me extrañaría que entre esos delfines hubiera una mayoría leninista. ¡Con lo felices que van a ser en su piscina de cinco estrellas, atiborrándose de sardinas y boquerones en el bufé libre! Pero me gustaría saber si están todos de acuerdo. Ahora que dicen que la Inteligencia Artificial puede llegar a descifrar el lenguaje de los delfines, estaría bien oírles hablar entre ellos cuando concluye su jornada laboral. Seguro que hay algunos con vocación de autónomos que estarían dispuestos a trabajar hasta el final y otros que se habrían conformado con una reducción de horario a lo Yolanda Díaz...

¿Cómo será esa piscina king size dentro de veinte años, cuando solo quede vivo el último de los delfines nacidos en cautividad? Yo me lo imagino buceando tristemente y recitando aquello de: “Yo he visto cosas que vosotros no creeríais...”